Es arriesgado. No sabes hasta dónde puedes llegar con lo nuevo. Lo viejo es conocido, familiar; has vivido con ello desde hace mucho tiempo, estás familiarizado con ello. Lo nuevo no te resulta familiar. Puede ser un amigo o un enemigo, ¿quién sabe? ¡Y no hay forma de saberlo! La única forma de saberlo es permitirlo, por eso surge el temor, el miedo.
Tampoco puedes seguir rechazándolo, porque lo viejo sigue sin darte lo que buscas. Lo viejo te promete, pero no cumple su promesa. Lo viejo es conocido pero miserable. Lo nuevo puede ser incómodo pero al menos hay una posibilidad, te puede proporcionar felicidad. De modo que no puedes rechazarlo pero tampoco puedes aceptarlo; por eso vacilas, tienes miedo y surge una gran ansiedad en tu ser. Es natural no pasa nada raro. Siempre ha sido así y siempre será así.
Osho
Tomado del blog:
Osho Despierta
Fotografía de Internet