lunes, 1 de diciembre de 2014

SUEÑO


Cuando te vas a la cama, una cosa debería permanecer en la conciencia mientras te quedas dormido: que todo es un sueño; todo, de manera incondicional, es un sueño. 

Lo que ves con los ojos abiertos... también eso es un sueño. Lo que ves con los ojos cerrados... también es un sueño. El sueño es la materia de que está compuesta la vida. Duermete con eso en mente; con el recuerdo constante de que todo, todo sin excepción, es un sueño. Cuando todo es sueño, no hay nada de qué preocuparse. 

Ese es el concepto total de maya: que el mundo es ilusorio. No que el mundo es ilusorio -posee su propia realidad-, pero es una técnica que debes asentar profundamente en ti. 

Entonces nada te perturba. Si todo es un sueño, entonces carece de sentido estar perturbado. Piénsalo, si en este momento piensas que todo es un sueño -los árboles, la noche, el sonido de la noche-, de pronto te ves transportado a un mundo diferente. Estas ahí, el sueño está ahí, y nada merece que te preocupes. 

De modo que a partir de esta noche márchate a dormir con esta actitud. Y por la mañana lo primero que tienes que recordar es que todo es un sueño. Deja que sea un pensamiento recurrente durante el día, y de repente te sentirás relajado.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 258
Fotografía tomada de internet