¿Podemos celebrar también la ausencia de ego?
Solemos pensar en la ausencia de ego como en una gran pérdida, pero en realidad es una ganancia. Reconocer la ausencia de ego, nuestro estado natural, es como recuperar la visión después de haber sido ciegos o recuperar la audición después de haber sido sordos. La ausencia de ego ha sido comparada a los rayos del sol.
Como el sol no es algo sólido, irradia sus rayos lejos de sí.
De la misma forma, el despertar irradia naturalmente cuando no estamos muy preocupados por nosotros mismos. Ausencia de ego es lo mismo que bondad básica o naturaleza de Buda, es nuestro ser incondicional. Es lo que siempre tenemos y nunca llegamos a perder.
Podemos definir el ego como lo que encubre la bondad básica. Desde un punto de vista experimental, ¿qué es lo que el ego cubre? Está cubriendo nuestra experiencia de estar sencillamente aquí, de estar plenamente donde estamos, de manera que podamos relacionarnos con la inmediatez de nuestra experiencia. La ausencia de ego es un estado mental que confía plenamente en la sacralidad del mundo. Es el bienestar incondicional, la alegría incondicional que incluye a todas las demás cualidades de nuestra experiencia.
Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet