sábado, 17 de enero de 2015

LA MEMORIA ES LA INTELIGENCIA DE LOS TONTOS


No podemos deshacernos del pasado como si fuera un trapo viejo, porque borrarlo sería como deshacernos de nuestra historia. Pero perdonar y sanar de las posibles heridas del pasado es fundamental para limpiar nuestro presente y seguir nuestro camino.

Como dijo sabiamente la Madre Teresa de Calcuta, «el perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, pues perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió».

En cuanto al olvido, según un estudio del equipo del doctor Joe Z. Tsien, del Medical College de Georgia, a medida que envejecemos nos cuesta cada vez más aprender cosas nuevas, pero aún se complica más la facultad de olvidar el pasado. Es decir, que el cerebro pierde la capacidad de filtrar, de eliminar la información vieja y fijar la relevante, con lo que falta espacio para grabar nuevos recuerdos.

Para llegar a esos descubrimientos el doctor Tsien y su equipo trabajaron con ratones de edad avanzada y se sorprendieron al comprobar que estos podían mantener recuerdos a corto plazo, si bien eran incapaces de debilitar las conexiones existentes a largo plazo. Ello resultó para los investigadores una anomalía inesperada, que al parecer guarda relación con el funcionamiento del receptor NMDA del hipocampo: una especie de interruptor para el aprendizaje y para la memoria.

Según el doctor Tsien, «lo que vemos es que si en el cerebro solo se fortalecen sinapsis y nunca se liberan del ruido que crea la información que ha dejado de ser útil, surgen serios problemas» pues acabamos por atrofiar la capacidad de las encargadas de almacenar nueva información.

Hay que dejar espacio a ideas y experiencias nuevas para seguir enriqueciéndonos espiritualmente.

Tomado del libro:
Einstein para despistados
85 soluciones atómicas para problemas 
   
  relativamente graves
Allan Percy
Fotografía de Internet