jueves, 19 de febrero de 2015

HACIÉNDOTE VULNERABLE DESCUBRES TU VERDADERA IN-VULNERABILIDAD


El ego es astuto; por eso tienes que estar muy alerta, muy presente, y ser totalmente honesto contigo mismo para ver si realmente has renunciado a tu identificación con una posición mental, liberándote así de la mente.

SI TE SIENTES DE REPENTE MUY LIGERO, DIÁFANO Y EN PROFUNDA PAZ, eso es una señal inequívoca de que te has rendido realmente. Observa entonces lo que le ocurre a la posición mental de la otra persona cuando dejas de energetizarla mediante la resistencia. Cuando la identificación con las posiciones mentales se deja de lado, comienza la verdadera comunicación.

No resistirse no significa necesariamente no hacer nada. Lo único que implica es que la «acción» no va a ser reactiva. Recuerda la profunda sabiduría que subyace en la práctica oriental de las artes marciales: no te resistas a la fuerza del oponente. Cede para vencer.

«No hacer nada» cuando estás en un estado de intensa presencia es un poderoso transformador que sana a las personas y las situaciones.

Es radicalmente diferente de la inactividad en el estado de conciencia ordinario —o más bien de inconsciencia— que surge del miedo, de la inercia o de la indecisión. El verdadero «no hacer nada» implica ausencia de resistencia interna e intensa alerta. Por otra parte, si es necesario actuar, ya no reaccionarás desde tu mente condicionada, sino que responderás a la situación desde tu presencia consciente. En ese estado, tu mente está libre de conceptos, incluyendo el concepto de no-violencia. De modo que..., ¿quién puede predecir lo que harás?

El ego cree que la fuerza reside en resistirse, cuando en realidad la resistencia te separa del Ser, el único estado de verdadero poder. La resistencia es debilidad y miedo disfrazados de fuerza. Lo que el ego considera debilidad es tu Ser en toda su pureza, inocencia y poder. Lo que consideras fuerza es debilidad. Por tanto, el ego existe y se mantiene mediante la resistencia continua, y representa papeles falsos para encubrir tu «debilidad», que en realidad es tu poder.

Hasta que se produce la rendición, buena parte de la interacción humana se limita a cumplir papeles inconscientes. Cuando te rindes, ya no necesitas las máscaras del ego ni sus defensas. Te vuelves muy simple, muy real. «Eso es peligroso», dice el ego. «Te sentirás herido. Serás muy vulnerable.»

Lo que el ego no sabe, por supuesto, es que sólo abandonando la resistencia, haciéndote «vulnerable», puedes descubrir tu verdadera y esencial in-vulnerabilidad.


PRACTICANDO EL PODER DEL AHORA (extracto)
Enseñanzas, Meditaciones y Ejercicios Esenciales
Eckhart Tolle