El orgasmo es la irremediable consecuencia de haberla pasado bien en la cama, pero no el objetivo.
Hay que abandonar la idea de que la sexualidad es el pito parado. Creer que coger tiene que ver con la erección y la vagina lubricada es una idea mezquina. El placer de la sexualidad es mucho mas que eso.
En una de mis charlas, un señor me dijo:
“Pero si alguien quiere serruchar durante una hora, no puede sin erección”...
Entonces, yo le contesté:
“Al que se siente mal porque quiere serruchar durante una hora y el pito no se le para, yo le diría: bájate de la idea de querer serruchar durante una hora y el pito se te va a parar durante una hora y media”.
Nuestros órganos sexuales no responden a nuestra cabeza. Le decimos “parate” y no se para. Le decimos “ahora no te pares” y se para.
Un matrimonio está paseando por París en su luna de miel. Estando en Montamatre, ven un cartel que dice: “Tony, el macho latino”. Interesante en ver de que se trata, entran a ver el show.
Previsiblemente, Tony, un musculoso con cara de italiano, bigotes, un tipo muy hercúleo de unos treinta años, aparece en el escenario contoneánose y a los pocos minutos tiene una erección interesante. Delante de Tony hay un atril, y en el atril, una nuez. Tony se pare frente al atril y con un movimiento pélvico logra partir la nuez. Todo el mundo aplaude... Ellos se sorprenden. Ella sale codeándolo, diciendo: ¿Viste, no?, y se van a su casa.
Pasan 25 años y vuelven a París. Cuando pasan pro ese lugar de Montamartre, ven un cartel que dice:; “Tony el macho latino”.
- ¡Otra vez, no puede ser el mismo Tony! – dicen.
Entonces entran y aparece Tony, de unos 60 años. Está musculoso todavía, pero un poco arrugadito, medio canoso, un poquito mas fláccido. En el escenario ven un atril, y en el atril, un coco.
Los tipos se quedan helados. Tony se concentra y... ¡zas!. Una erección y ¡toc! El coco cae partido por la mitad. El marido, desbordado, siente el orgullo de ser hombre y la envidia pertinente de que otro consiga lo que uno no puede. Entonces se acerca a Tony y le dice:
- Disculpe, ¿usted es el mismo Tony que estaba acá hace 25 años?
- Si
- ¡Pero es increíble!. Nosotros lo vimos hace 25 años y partía una nuez, ¡ahora un coco!. ¿Cómo puede ser?.
Y Tony dice:
- Y... la vista no da...
Salvando las distancias, hay que descartar la pretensión de conseguir cosas programadamente. No hay por qué querer coger una hora, dos horas ni media hora. Me parece que hay que querer todo el tiempo que uno tenga ganas. Y en ese tiempo uno hará con lo que tiene lo que puede y hasta donde puede. Y en todo caso, esa será la sexualidad que uno puede en ese momento.
Esta es, para mi, la sexualidad sana.
Extracto del libro:
El Camino del Encuentro
Jorge Bucay
Fotografía tomada de internet