sábado, 16 de enero de 2016

SOBRE EL DESEO DE FELICIDAD


Estaba diciendo que no queremos ser felices. Queremos otras cosas. O más exactamente: No queremos ser incondicionalmente felices. Estoy dispuesto a ser feliz siempre y cuando tenga esto y lo otro. Pero esto realmente es decirle a nuestro amigo o a nuestro Dios o a cualquiera: 

"Tu eres mi felicidad. Si no te tengo, me niego a ser feliz". 

Es muy importante comprender eso. No podemos imaginarnos la felicidad sin esas condiciones. Es muy cierto. No podemos imaginarnos la felicidad sin ellas. Nos han enseñado a cifrar en ellas nuestra felicidad.

De manera que eso es lo primero que debemos hacéis si queremos despertar, que es lo mismo que decir: 

Si queremos amar, si queremos ser libres, si queremos la alegría y la paz y la espiritualidad. 

En ese sentido, la espiritualidad es lo más práctico que hay en el mundo. 

Desafío a cualquiera a pensar en algo más práctico que la espiritualidad como la he definido. No como piedad, no como devoción, no como religión, no como adoración sino como espiritualidad - 

¡Despertar! ¡despertar! veamos la angustia que hay en todas partes, veamos la soledad, veamos el temor, la confusión, el conflicto en el corazón de la gente, el conflicto interno, el conflicto externo.

Imagínense ustedes que alguien les muestra la manera de librarse de todo eso. imagínense ustedes que alguien les muestra la manera de detener ese tremendo gasto de energía, de salud, de emoción que es el resultado de esos conflictos y de esa confusión. 

¿Les gustaría?

Imaginemos que alguien nos muestra la manera de amarnos los unos a los otros, y de vivir en paz y con amor. ¿Pueden ustedes imaginarse algo más práctico que eso? Pero, en cambio, hay personas que piensan que los grandes negocios son más prácticos, que la política es más práctica, que la ciencia es más práctica. ¿De qué nos sirve llevar un hombre a la luna si no podemos vivir en la tierra?

¿La psicología es más práctica que la espiritualidad?. No hay nada más práctico que la espiritualidad. ¿que puede hacer el pobre psicólogo? Sólo puede aliviar la tensión. Yo soy psicólogo, y hago psicoterapia, y se me presenta este gran conflicto a veces, cuando tengo que escoger entre la psicología y la espiritualidad. Me pregunto si esto tiene sentido para alguno de los presentes. Para mí no tuvo sentido durante muchos años.

Voy a explicarlo: No tuvo sentido para mí durante muchos años, hasta que de pronto descubrí que la gente tiene que sufrir bastante en una relación para desilusionarse de todas las relaciones. ¿No es eso terrible? Tiene que sufrir bastante en una relación para que despierte y diga: ¡Ya me cansé! Tiene que haber una manera mejor de vivir que dependiendo de otro ser humano". ¿Y que estaba haciendo yo como psicoterapeuta? 

Las personas llegaban con sus problemas de relación, sus problemas de comunicación, etc., y a veces, lo que hice les ayudó. Pero siento decir que a veces no les ayudó porque eso las mantenía dormidas. Tal vez debieran haber sufrido un poquito más. Tal vez deben llegar hasta el fondo y decir: "Estoy cansado de todo". Solamente cuando usted esté cansado de su cansancio podrá superarlo. La mayoría de la gente va a donde el siquiatra o un psicólogo para recibir alivio. Lo repito: para recibir alivio, no para curarse.

Hay una historia sobre Juanito, quien, según decían, era retardado mental. Pero evidentemente no lo era como lo verán. Juanito va a clase de cerámica en su escuela para niños especiales y toma su pedazo de arcilla y se pone a modelarla. Coge un pedacito de arcilla y se va al rincón del salón a jugar con ella. La maestra se acerca y le dice:

-¡Hola Juanito!
-¡Hola! - le contesta Juanito
-¿Qué es lo que tienes en la mano, Juanito?
- Esto es un poco de estiércol de vaca.
-¿Qué estás haciendo con ese estiércol?
- Estoy haciendo una maestra.

La maestra piensa: "Juanito tuvo una regresión", de modo que llama al director, que pasaba en ese momento y le dice:

- Juanito tuvo una regresión.

Entonces el director se acerca a Juanito y le dice:

-¡Hola! hijo.
-¡Hola! - Le contestó Juanito
-¿Qué es lo que tienes en la mano, Juanito?
- Un poco de estiércol de vaca
-¿Qué estás haciendo con el estiércol?
- Un director de escuela.

El director piensa que este caso es para el psicólogo de la escuela. "¡Llamen al psicólogo!" dice. 

El psicólogo, un tipo inteligente. Se acerca a Juanito y le dice:

-¡Hola!
-¡Hola! - le contesta Juanito.
- Juanito, yo sé qué es lo que tienes en la mano. 
-¿Qué?
- Un poco de estiércol de vaca.
- Correcto.
- Y yo sé que estás haciendo con él.
-¿Qué?
- Estás haciendo un psicólogo.
- Se equivoca. ¡No hay suficiente estiércol!

¡ Y decían que era retardado mental!

Los pobres psicólogos están haciendo un buen trabajo. Realmente lo hacen. Hay ocasiones en que la psicoterapia es una gran ayuda por que cuando usted está a punto de volverse loco, loco de atar, está a punto de volverse un psicótico o un místico, lo contrario de un loco. 

Eso es lo que es un místico, lo contrario de un loco.

¿Quiere saber una señal de que ya despertó? es cuando usted se pregunta: "¿Estoy loco, o son los demás los que están locos?" Así es, realmente, porque estamos locos. El mundo entero está loco. ¡Locos certificados! La única razón por la que no estamos encerrados en un manicomio es porque somos demasiados. De modo que estamos locos. Vivimos de ideas locas acerca del amor, de las relaciones, de la felicidad, del gozo, de todas las cosas. Estamos locos hasta tal punto que he llegado a creer que si todo el mundo está de acuerdo sobre algo, puede usted tener la seguridad de que ¡Todos están equivocados!. Todas las ideas nuevas. Todas las grandes ideas, cuando empezaron, estaban en la minoría de uno solo. Ese hombre llamado Jesucristo - una minoría de uno -. Todo el mundo decía algo diferente sobre lo que Él decía. Buda - minoría de uno - Todo el mundo decía algo diferente de lo que él decía. Creo que fue Bertrand Russell quien dijo: "Toda gran idea empieza como una blasfemia", eso es cierto, y dicho con exactitud. Ustedes van a escuchar muchas blasfemias durante estos días - "¡El ha blasfemado!" Porque la gente está loca, todos son locos, y cuanto más pronto lo vean ustedes, mejor para su salud mental y espiritual. No confíen en ellos. No confíen en sus mejores amigos. Desilusiónense de sus mejores amigos. Son muy brillantes. Lo mismo que ustedes en su trato con otras personas, aunque probablemente ustedes no lo sepan. Ah, ustedes son tan astutos, tan sutiles, tan ingeniosos. Ustedes están representando un gran papel.

No estoy haciendo muchos elogios, ¿verdad? Pero lo repito: Ustedes quieren despertar, ustedes están representando un gran papel, y ni siquiera lo saben. Piensan que aman. ¡Ja! ¿A quién aman? Hasta la abnegación los hace sentir bien, ¿verdad? "¡Me estoy sacrificando! Estoy viviendo de acuerdo con mi ideal". Pero ustedes obtienen algún beneficio de eso, ¿no es así? Siempre obtienen algo de todo lo que hacen, hasta que despierten.

De modo que aquí está el primer paso: Dese cuenta de que no quiere despertar. Es bastante difícil que despierte si lo hipnotizaron para que crea que un pedazo de papel periódico viejo es un cheque por un millón de dólares ¡Qué difícil es separarse de ese pedazo de periódico viejo!

Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello