En 1968, la dictadura militar de Brasil mandó quemar los libros del poeta bahiano Gregorio de Matos, que habían sido escritos tres siglos antes.
Mientras tanto, en Paraguay, el jefe de la Dirección de Investigaciones aconsejaba al dictador Stroessner que prohibiera un estreno del teatro Arlequín, en Asunción: «Toda la obra es un panfleto contra el orden, la disciplina, el soldado y la ley», decía su informe. La obra, Las troyanas, había sido escrita veinticuatro siglos antes por un tal Eurípides.
Carlos Gardel murió hace más de medio siglo. Según mi amigo Juceca, los discos de Gardel ensayan de noche.
Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
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