Alcanza la total vacuidad para conservar la paz.
De la aparición bulliciosa de todas las cosas, contempla su retorno.
Todos los seres crecen agitadamente, pero luego, cada una vuelve a su raíz.
Volver a su raíz es hallar el reposo.
Reposar es volver a su destino.
Volver a su destino es conocer la eternidad.
Conocer la eternidad es ser iluminado.
Quien no conoce la eternidad camina ciegamente a su desgracia.
Quien conoce la eternidad da cabida a todos.
Quien da cabida a todos es grandioso.
Quien es grandioso es celestial.
Quien es como el Tao es perdurable.
Aunque su vida se extinga, no perece.
Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet