lunes, 26 de junio de 2017

SIN PODER ENCONTRAR LAS PALABRAS


Dag Hammarskjöld, ex secretario general de las Naciones Unidas, lo dijo bellamente: "Dios no muere el día que dejamos de creer en una deidad personal. Pero nosotros morimos el día que nuestra vida deje de estar iluminada por el firme resplandor del asombro diariamente renovado, cuya fuente está más allá de toda razón". No tenemos por qué discutir por una palabra, porque "Dios" es sólo una palabra, un concepto. Nunca discutimos por la realidad; sólo discutimos sobre las opiniones, los conceptos, los juicios. Abandonen sus conceptos, abandonen sus opiniones, abandonen sus prejuicios, abandonen sus juicios y lo verán.

"Quia de deo scire non possumus quid sit, sed quid non sit, non possumus considerare de deo, quomodo sit sed quomodo non sit". Ésta es la introducción de Santo Tomás de Aquino a su summa theológica; "Como no podemos conocer lo que Dios es, sino lo que Dios no es, no podemos considerar cómo es Dios sino sólo cómo no es". Ya mencione el comentario de Tomás al libro de Boecio de Sancta Trinitate, en donde dice que el más alto grado de conocimiento de Dios es conocer a Dios como el desconocido. tamquan ignoyum. Y en su Questio Disputata de Pontetia Dei, Tomás dice: "Esto es lo máximo en el conocimiento humano de Dios - Saber que no conocemos a Dios". A este caballero lo consideraban el príncipe de los teólogos. era un místico, y hoy es un santo canonizado. estamos sobre terreno bastante firme.

En la India tenemos un dicho sánscrito para este tipo de cosa: "Neti, neti". Significa: "No es eso, no es eso". El método de Tomás se llamaba el de la vía negativa, el camino negativo. C.S. Lewis escribió un diario mientras su esposa estaba agonizando. Se llama Un dolor observado. Él se había casado con una mujer norteamericana a quien quería entrañablemente. Les dijo a sus amigos: "Dios me dio a los sesenta años lo que me negó a los veinte". Hacía muy poco que se habían casado cuando ella se murió dolorosamente de cáncer. Lewis dijo que toda su fe se había derrumbado, como un castillo de naipes. Él era el gran apologista cristiano, pero cuando el desastre lo golpeó, se preguntó: "¿Es Dios el padre amante o el gran vivisector?" ¡Hay una amplia evidencia para ambas posibilidades!. Recuerdo que cuando mi madre enfermó de cáncer, mi hermana me preguntó:

- Tony ¿Por qué permitió Dios que esto le sucediera a mamá?

Le dije:

- Querida, el año pasado se murieron de hambre un millón de personas en la China debido a la sequía y tú nunca te inquietaste.

A veces lo mejor que puede sucedernos es despertar a la realidad, que nos golpee la calamidad, porque entonces llegamos a la fe, como llegó C.S. Lewis. Él dijo que antes no había tenido dudas sobre la supervivencia de las personas después de la muerte, pero que cuando su esposa murió ya no estuvo seguro. ¿Por qué? Porque era sumamente importante para él que ella siguiera viviendo. Como ustedes saben, C.S. Lewis es el maestro de las comparaciones y las analogías. Él dice: "Es como una cuerda. Alguien le pregunta a uno:

-¿Esta cuerda resistirá el peso de sesenta y cinco kilos?

Uno responde:

- Sí.

- Bien, vamos a bajar a su mejor amigo con esta cuerda.

Entonces uno dice:

- Espéreme un momento, déjeme probar la cuerda de nuevo. Ahora ya no está tan seguro".

Lewis también dijo en su diario que no podemos saber nada sobre Dios y que incluso nuestras preguntas sobre Dios son absurdas. ¿Por qué? es como si una persona ciega de nacimiento le preguntara a uno: "¿ El color verde es caliente o frío?" Neti, neti, no es eso. "¿Es largo o corto?" No es eso. "¿Es dulce o es ácido?" No es eso. ¿Es redondo o cuadrado? No es eso, no es eso. el ciego no tiene palabras, no tiene conceptos, para un color del cual no tiene idea, no tiene intuición, no tiene experiencia. Usted sólo le puede hablar valiéndose de analogías. Pregunte lo que pregunte, usted sólo le puede decir: "No es eso". C.S. Lewis dice en alguna parte que es como preguntar cuántos minutos hay en el color amarillo. Todo el mundo podría tomar la pregunta muy en serio, discutirla, disputar sobre ella. Una persona sugiere que hay veinticinco zanahorias en el color amarillo, la otra persona dice: "No, diecisiete papas". Y de pronto están peleando. no es eso, no es eso.

Esto es lo máximo en nuestro humano conocimiento de Dios: Saber que no sabemos. Nuestra gran tragedia es que sabemos demasiado. Creemos que sabemos, ésa es nuestra tragedia; por eso nunca descubrimos. De hecho, Tomás de Aquino (él no es solamente un teólogo sino un gran filósofo) dice en repetidas ocasiones: "Todos los esfuerzos de la mente humana no pueden agotar la esencia de una mosca".


Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet