Las armas son instrumentos nefastos,
odiados por todos los seres.
Quien posee el recto SENTIDO
no quiere saber nada de ellas.
En la vida diaria la izquierda es
para el noble el puesto de honor.
Pero en la guerra, lo es la derecha.
Las armas son instrumentos nefastos
que no convienen al noble.
Sólo las usa cuando no queda más remedio.
Sobre todas las cosas, aprecia la calina y la paz.
Cuando vence, no se regocija en su victoria.
Alegrarse sería como festejar
los asesinatos cometidos.
Quien se alegra de un homicidio
no alcanzará la meta que persigue.
En la dicha, consideramos
que el puesto de honor está a la izquierda.
En la desdicha, que lo está a la derecha.
El general adjunto ocupa la izquierda,
el general en jefe, la derecha.
Ocupa, pues, el sitio que le correspondería
según es costumbre en las ceremonias fúnebres.
Matar a un gran número de hombres
ha de lamentarse con lágrimas compasivas.
El vencedor de la batalla
ha de llevar luto como en un funeral.
Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet