miércoles, 28 de febrero de 2018

TAO TE KING: PRINCIPIO 37







El Tao, por su naturaleza, no actúa, pero nada hay que no sea hecho por él.


Si los príncipes y los reyes pudieran adherírsele, 


todos los seres evolucionarían por sí mismos.





Si al evolucionar apareciera el deseo de obrar, 


yo lo mantendría en la simplicidad sin nombre.





En la simplicidad sin nombre no existe el deseo.


Sin deseos es posible la paz y el mundo se ordena por sí mismo.








Extracto del libro:



Lao-Tsé


Tao Te King


Fotografía tomada de internet