El Tao, por su naturaleza, no actúa, pero nada hay que no sea hecho por él.
Si los príncipes y los reyes pudieran adherírsele,
todos los seres evolucionarían por sí mismos.
Si al evolucionar apareciera el deseo de obrar,
yo lo mantendría en la simplicidad sin nombre.
En la simplicidad sin nombre no existe el deseo.
Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet