martes, 26 de junio de 2018

APRENDIZAJES


Lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación.
(Albert Einstein)

Con el creciente volumen de información, además de los avances en todos los campos, nos sentimos empujados a un aprendizaje continuo para mantenernos al día. Pero no es adquirir conocimientos lo que cuenta, sino que lo valioso es nuestra comprensión y capacidad de resolución.

Inteligente no es aquel que más datos acumula, sino quien es capaz de resolver más problemas distintos. 

Las últimas generaciones han sido educadas en un modelo basado en la memorización, alejadas de la práctica en el mundo real, de manera que, al llegar a él, se ven indefensas y sin herramientas. Por ello es imprescindible aprender a ser flexibles y permeables, adoptar diferentes perspectivas y ser capaces de cambiar con el curso de las cosas.

A veces los cambios radicales que nos veremos obligados a realizar implicarán desaprender viejos hábitos y visiones que ya no nos sirven. 

Es necesario desaprender para así poder adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Esto no significa involucionar, sino ser capaces de avanzar dejando la carga inútil atrás, vaciando la mochila para no llevar sobrepeso, eliminando creencias, prejuicios e ideas que ya no nos resultan útiles ni nos benefician.

Como en un cuento zen en el que un maestro de té va llenando una taza hasta hacerla rebosar, para aprender nuevas actitudes hay que desaprender las que ya no nos sirven.

Tomado del libro:
Einstein para despistados
Allan Percy
Fotografía de Internet