miércoles, 27 de febrero de 2019

EN POS DE LOS ARCOS IRIS


LA CONSTITUCIÓN DE ESTADOS UNIDOS contiene una idea absurda. Dice que la búsqueda de la felicidad es un derecho inalienable del hombre.

Los que redactaron esa Constitución no tenían ni idea de lo que decían. Si la búsqueda de la felicidad es un derecho inalienable de la humanidad, ¿qué pasa con la infelicidad? ¿De quién es derecho inalienable la infelicidad? Esas personas no comprendían que si pides la felicidad, al mismo tiempo pides la infelicidad, y no tiene nada que ver que lo sepas o no.

Digo que es una idea absurda porque nadie puede buscar la felicidad.
Y si vas en busca de la felicidad, hay algo seguro: que no la encontrarás.

La felicidad es siempre un derivado, no el resultado directo de una búsqueda. Surge cuando ni siquiera estás pensando en ella, sin buscarla.

Surge de repente, como si saliera de la nada, cuando estás haciendo algo distinto.

A lo mejor estás cortando leña, y desde luego, cuando cortas leña no vas en busca de la felicidad, pero sí al sol de la mañana, cuando aún hace fresco, con el ruido del hacha al chocar contra la madera... las virutas saltando por todas partes, el ruido y a continuación el silencio... Te pones a sudar, y la fresca brisa te refresca aún más. Y de repente, la felicidad, una alegría irrefrenable. Pero sólo estabas cortando leña, y no es necesario incluir en la Constitución el cortar leña como derecho inalienable, porque entonces, ¿cuántas cosas habría que incluir?


Bibliografía: 
Alegría: Osho
Fotografía tomada de internet