domingo, 26 de mayo de 2019

¿ES VERDADERO, O ES UNA HISTORIA?








ES POSIBLE QUE EN LA ÚLTIMA investigación tomaras conciencia de alguna de las historias que te cuentas a ti mismo, o que tu cultura te ha contado, respecto a quién eres.





Contar historias es una actividad maravillosa y permite abordar todo el espectro de la existencia humana. Las historias pueden enseñar, entretener, seducir, fortalecer y aterrorizar.





Los seres humanos cuentan historias para expresar los infinitos aspectos del ser. Hay historias sobre seres físicos que pueden ser tocados, medidos y pesados; y también sobre seres sub atómicos, microscópicos, minerales, vegetales, animales, insectos, vertebrados, invertebrados, planetarios y cósmicos. Hay historias sobre seres que sólo pueden ser imaginados, soñados o conjurados.





Y después hay historias de tipo emocional: los complejos, interimbricados y siempre cambiantes vientos de la ira, el miedo, la tristeza, la desesperación, la alegría, el amor y la dicha. Hay historias mentales, con comienzos, desarrollos y finales, con explicaciones y justificaciones. Hay historias circunstanciales que interrelacionan los cuatro elementos básicos, fuego, aire, tierra y agua, con sus influencias físicas, emocionales y mentales en individuos, parejas, familias, tribus, sociedades, culturas, subculturas, naciones, religiones, clases, casas, planetas, etcétera.





Esta inabarcable inmensidad del ser expresa a través de la transmisión de una y otra historia. Cada cultura, familia y personas tiene una historia con pasado, presente, futuro, esperanza, miedos, dioses, demonios, milagros, desastres, éxitos, fracasos, caos, armonía, magnificencia y desesperación, desde las de mayor enjundia a las de menor calado.





Generalmente, traduces cada momento consciente de tu vida en función del contexto de una historia personal, compuesta por sucesivos sustratos físicos, emocionales y mentales de enfermedad, recuperación, valentía, debilidad, sexualidad, procreación, estatus, poder, conquista, rendición, posesión y pérdida. Las culturas de Mesopotamia y la antigua China, así como el holocausto de la Segunda Guerra Mundial, están codificados en nosotros. La historia del ser de cuenta por doquier, desde la capilla Sixtina hasta los pequeños restaurantes del delta del Mississippi. La historia, lo recordada y la olvidada, es el conjunto de las historias transmitidas.





¡Qué despliegue tan extraordinario! Que belleza exquisita y horrorosa. El único elemento trágicamente ausente en la mayoría de las historias es eso que no puede ser traducido a las dimensiones físicas, emocionales, mentales o circunstanciales. Sin embargo, este elemento está presente en cada suceso físico, emocional, mental o circunstancial de cualquier magnitud. La verdad que cualquier historia expresa brillante e imperfectamente es la verdad de la seidad misma. La verdad sobre ti.





¿Son ciertas las historias? Sí y no: sí como relatos de las experiencias, no como puntos finales del ser; sí como un aspecto de la totalidad, no como una totalidad misma.











Extracto del libro:


El Diamante en tu bolsillo: Descubre tu verdadero resplandor


Gangaji


Imágenes tomadas de internet