CAPITULO 3
LA PROMESA QUE POCOS PUEDEN CREER;
LA VERDAD QUE POCOS PUEDEN ACEPTAR
Una cosa es que no necesitemos a Dios, y otra cosa es que Dios no nos sirva para nada.
Voy a repetirlo, pues es demasiado importante como para pasarlo por alto. He dicho que una cosa es que no necesitemos a Dios, y otra cosa es que Dios no nos sirva para nada.
De hecho, si no necesitamos a Dios es, precisamente, porque Dios nos sirve de una manera extraordinaria.
¿Cómo vamos a «necesitar» algo que tenemos siempre, que no podemos no tener en ninguna circunstancia, que puede servirnos siempre y que no puede no servirnos por mucho que nosotros neguemos que nos sirve?
No puedes no tener a Dios en tu vida, como parte de tu vida, aunque muchas personas no son capaces de creerlo. No son capaces de creer la promesa más elevada que nos hizo Dios: Yo estaré siempre con vosotros, hasta el fin de los tiempos.
No puedes no servirte de Dios, aunque niegues que lo hagas, y ésta es otra cosa que muchas personas no son capaces de creer. No son capaces de aceptar la verdad más maravillosa que enseñan todas las religiones, cada una a su manera:
Pedid, y se os dará.
Al ser incapaces las personas de aceptar esta verdad, no entienden en absoluto la fórmula por la que pueden crear lo que quieren vivir en sus vidas.
Yo llamo a esta fórmula Proceso de la Creación Personal; se data de lo que algunos llaman «Ley de la Atracción», y no sólo no deja obsoleto a Dios, sino que tiene el efecto opuesto. Hace más presente, más relevante y más real que nunca nuestra vivencia de Dios.
Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet