viernes, 20 de marzo de 2020

LA ATENCIÓN








CAPITULO II 


LA ATENCIÓN





1. En verdad, la atención(1) es la senda hacia la Inmortalidad(2); la negligencia nos conduce a la muerte. Los que son atentos jamás perecen, pero los que son negligentes es como si ya estuviesen muertos.





2. Los que conocen esta verdad, y han aprendido a estar atentos, se deleitan en la vigilancia y siguen el Camino de los Santos.





1 Appamâda es atención, vigilancia, estar despiertos.


Esta es una condición esencial de la vida espiritual.


Según reza una tradición narrada en los monasterios budhistas, las últimas palabras del Budha fueron “Appamâdena sampâdetha”, esto es, “esforzáos y sed diligentes”.


2 Amata, el Nirvana, la Meta de la vida espiritual.








3. A través de la meditación, de la perseverancia, y con una infatigable energía, los sabios logran la liberación de las ataduras mundanas(1), el Supremo Nirvana(2).





4. La persona dotada de energía, atenta, que se comporta con pureza y reflexión, que controla sus sentidos y que actúa con rectitud, irradia una gloriosa luz espiritual para bien de todos quienes le rodean.





5. Por medio del esfuerzo sostenido, de la atención, de la disciplina y del autocontrol, el sabio puede llegar a ser como una isla(3) segura a la cual las aguas de la ignorancia no pueden cubrir.





1 Yogakkhema: liberación de las cuatro ataduras: 1) anhelo por los objetos de los sentidos, 2) deseo de existencia en el mundo, 3) percepciones falsas, 4) ignorancia de la Verdad.


2 La extinción del deseo, que lleva a la cesación del dolor causado por el ciclo de nacimientos y muertes en el mundo.


3 Una isla elevada es segura y quienes hasta ella llegan están a salvo de las aguas del océano. De igual modo, el sabio es como una isla para aquellos seres humanos que buscan un refugio espiritual que los salve del océano de la Ilusión.





6. Hay quienes, en su error, descuidan la atención. El sabio, en cambio, la protege como si fuese su más grande tesoro.





7. Huye de la negligencia. Evita los placeres sensuales. La vigilancia y la meditación te otorgarán la verdadera felicidad.





8. Cuando, gracias a la atención, el sabio ha dejado de ser negligente, se eleva hasta el Templo de la Sabiduría, y contempla compasivamente a la gente que sufre en el mundo de la ilusión, del mismo modo que quien ha alcanzado la cumbre de una montaña observa a aquellos que aún están en el llano.





9. Atento en medio de los negligentes, despierto entre los dormidos, el sabio avanza dejando tras de sí a los que aún están sumidos en la ignorancia, como un brioso corcel que en su rápida carrera deja atrás a los demás.





10. Es gracias a la atención que posee Maghavan(1), que ha llegado al supremo rango entre los Dioses. La atención siempre ha sido loada por los sabios; la negligencia siempre ha sido condenada.





11. El monje(2) que se deleita en el cultivo de la atención y que ve el peligro de la negligencia, avanza como el fuego quemando todos sus lazos mundanales, sean éstos fuertes o débiles.





1 Sinónimo de Sakka o Indra, el Rey de los Dioses o Devas. El Maghamanavaka Jataka narra en una de sus historias que en un pasado remoto un hombre bondadoso pasó todo el tiempo de su vida haciendo el bien a los demás con la ayuda de quienes le rodeaban.


Como resultado de estas acciones inegoístas nació como Maghavan.


2 Bhikkhu; el monje. Aquel que lleva una vida de pobreza y celibato.





12. El monje que se deleita en el cultivo de la atención y que ve el peligro de la negligencia, difícilmente se apartará del Camino; él, en verdad, se halla a las puertas del Nirvana.














Extracto del libro:


Dhammapada Buda


Imágenes tomadas de Internet