Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es solo infeliz, sino que ni siquiera es capaz de vivir.
(Albert Einstein)
A menudo oímos expresiones de desánimo como «el mundo no tiene remedio» o «todo es absurdo» por parte de personas que han perdido el horizonte de su existencia. En su travesía por el desierto, han olvidado la importancia de entregarse a una misión que dé sentido a su vida.
Los siguientes seis principios de un autor anónimo estadounidense pueden servir de brújula en estos casos:
- La vida es demasiado corta para levantarte cada día con reproches.
- Ama a aquellas personas que te tratan bien.
- Olvida a aquellas que te han herido.
- Cree que todo sucede por una razón.
- Si te ofrecen una segunda oportunidad, tómala.
- Nadie dijo que la vida fuera un asunto fácil; solo sabemos que merece la pena vivirla.
Debemos estar atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, donde florecen los cambios y las oportunidades, y al mismo tiempo escuchar nuestros deseos más profundos.
De la intersección entre ambos surgirá el mapa que conduce a una vida con sentido.
Volviendo a la frase de Einstein, no es que la vida carezca de significado, sino que nosotros a veces lo extraviamos y nos corresponde, por lo tanto, recuperarlo.
Tomado del libro:
Einstein para despistados
Allan Percy
Fotografía de Internet