domingo, 14 de febrero de 2021

¿CÓMO PUEDE EXISTIR LA VIDA SIN LA MUERTE?


Un maestro Zen era un gran jardinero. Hasta el emperador era su alumno. El maestro le dijo: ‘Prepara un jardín en el palacio. Después de tres años vendré a verlo y si lo acepto, habrás aprobado el examen. Si no lo acepto, tendrás que volverlo a construir durante los próximos tres años; tendrás que volver a aprender’.

Por supuesto, era el palacio del emperador; había miles de jardineros trabajando. El emperador simplemente les daba instrucciones y todo lo que él aprendía inmediatamente lo aplicaba en el jardín. Llegó a ser un jardín enormemente bello.

Cuando se cumplieron los tres años, vino el maestro. Miró a su alrededor. El emperador sintió miedo y comenzó a sudar pues el maestro estaba mirando con gran detenimiento. No sonreía. Finalmente dijo: ‘Has fracasado. No veo ni una sola hoja muerta en el jardín. ¿Cómo puede existir la vida sin la muerte? Y cómo pueden existir tantos árboles sin hojas muertas? Como no hay hojas muertas, el jardín está muerto’.

El rey había limpiado todo el jardín esa misma mañana; no quedó ni siquiera una sola hoja muerta. Y fracasó. El maestro salió. Afuera había un montón de hojas muertas que habían sido quitadas del jardín. El maestro llevó todas las hojas muertas otra vez y las echó en los caminos. El viento comenzó a jugar con las hojas; el jardín volvió a vivir. El sonido de las hojas muertas aquí y allí... el jardín volvió a estar vivo y el maestro dijo: ‘Ahora todo está bien. La vida no puede existir sin la muerte. Fracasaste. Ahora se requerirán tres años más de disciplina’.



FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 260