Shankara contaba la historia de un discípulo que una y otra vez interrogaba a su maestro sobre la naturaleza del yo primordial. Cada vez que le hacía la pregunta, el maestro le ponía oídos sordos, hasta que un día se le enfrentó a su discípulo diciendo: ‘Estoy enseñándote, pero tú no captas. El yo es silencio’.
FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 272