miércoles, 26 de mayo de 2021

EL ORIGEN DE TODOS LOS CONFLICTOS


¿De dónde crees que provienen todos los conflictos? De los apegos. ¿De dónde crees 
que proviene el sufrimiento? De los apegos. ¿De dónde crees que proviene la soledad? De los apegos. ¿De dónde crees que proviene el vacío? Tú lo sabes: el origen es el mismo. ¿De dónde crees que provienen los temores? También de los apegos. Sin apego no hay temor. ¿Lo pensaste alguna vez? Sin apego no hay temor:

-¡Te quitaré la vida!
-¡Adelante, sin titubear!

Estar libre de todo apego a la vida significa estar feliz de vivir y estar feliz de abandonar la vida. ¿Crees que es posible? ¿Sabes una cosa? Hay personas que lo han logrado, de modo que es posible. ¿Quieres lograrlo tú mismo?

- ¡Uh!

Apego. Hay apego.

Lo siento, señor, usted tiene sida; le quedan sólo seis meses de vida.

-¿Sólo seis meses? Chico, es mucho tiempo de vida. ¡Es maravilloso!

¡Qué felicidad! Esta persona no tiene ningún apego.

Entras en un restaurante. Piensas: Vamos a comer sopa esta noche. Y preguntas:

-¿Qué clase de sopa tienen? ¿Tienen sopa de tomates?

-¡No hay sopa de tomates!

-¡Por Dios! ¿Qué clase de restaurante es este?

Vamos, gente, vamos a otra parte.

¿Se dan cuenta?: "Si no hay sopa de tomates, no puedo cenar." ¡Apego! en cambio, distinto sería si preguntaras:

-¿Qué clase de sopa tienen? ¿Sopa de tomates?

- Sopa de tomates no.

-¿Qué tienen?

- Bueno, tenemos... de maíz dulce..., tenemos... eh, ... sopa de champignones...; tenemos sopa de pollo, ...tenemos...

-¡Muy bien, me gustan todas! ¿Qué tal, por ejemplo, sopa de hongos?

Voy a hacerle una mala pasada al viejo Buda, ahora mismo, y a revelarte otro pequeño secreto. Si disfrutas del aroma de un millar de flores, no te sentirás demasiado mal por la falta de una. Nadie te dijo esto jamás en tu cultura, ¿no es verdad? A mí tampoco me lo dijeron. Si disfrutas del gusto de un millar de platos, no te sentirás mal por la falta de uno. ¿Recuerdas haber sido educado para gozar de un millar de platos, de modo que nada te perturbe, porque "si pierdes aquello, tienes esto. . . "? ¿Qué te parece?

-¡Oh, no, no, no! ¡Tienes que conseguir esto!

Para eso tu cultura y la mía nos han preparado. Tenemos instrucciones equivocadas. No les importa para nada si tú y yo somos felices o no. Quieren que tengamos éxito, quieren que produzcamos. Eso es lo que quieren, aunque seamos desdichados esclavos e infelices. Así, por ejemplo, si has perdido un amigo y te ofrecen millones de amigos, dirás:

-¡No, lo quiero de ese tipo! Quiero un amigo personal, único e insustituible, para que, si me rechaza, yo sea desdichado por el resto de mi vida...

-¡Buena suerte! ¡Adiós! A este cerdo no hay que enseñarle a cantar . . .

Es demasiado peligroso. Pero ésa es la forma en que nos educaron. Así fue durante miles de años: "Debes tener deseos de cuya satisfacción dependa tu felicidad."



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet