O sea:
- Está bien...; él no me perturba, yo no me perturbo; la programación me perturba.
¿Cómo lo "arreglamos"?
Sigamos la gran respuesta oriental:
- No lo "arregles", deja que siga su curso; desaparecerá por sí solo. Cuanto mas trates de "arreglarlo", más se fortalecerá.
Esto también resulta "explosivo": no lo "arregles", déjalo seguir su curso. Deja que siga; desaparecerá; realmente lo hará.
Si has comprendido esto...
- Pero, ¿no necesito saber de dónde proviene esta programación?
- Es una ayuda; es una ayuda, pero no es necesaria. Y, si estás totalmente decidido a lograrlo, si te planteas: "tengo que descubrir de dónde proviene y tengo que cambiar", entonces las cosas empeorarán, puedes estar seguro de ello.
Muchas personas nunca cambian porque están muy decididas a cambiar. Están tan decididas que no cambian nunca. Como están tan tensas, tan ansiosas, todo empeora.
Esto es común a todas las personas, no sólo en Occidente, sino también en Oriente.
Somos todos iguales. Los temas y enfoques que presento en los Estados Unidos los ofrezco también en Japón y en la India, en España y en América latina, en todas partes,... ¡y en todas partes las personas son iguales! Los norteamericanos tienen rasgos culturales diferentes, pero, en el fondo, somos todos iguales. Por doquier existen los mismos problemas: el odio, el conflicto, la culpa son los mismos; la dependencia frente a la opinión de la gente y la dependencia emocional frente a la aprobación son las mismas. ¡Todo es exactamente lo mismo! Basta con raspar la "cultura exterior"; debajo somos todos iguales.
Aquí y allá, en todas, partes, hay gente que trata de "arreglar" el enredo, de lograr que la perturbación desaparezca.
-¿Cómo lo "arreglo"?
- No lo "arregles". Entiéndelo, míralo, obsérvalo; se ocupará de sí mismo.
Lo que sucede es que tú no te "arreglas", no cambias; la vida cambia, como también lo hace la naturaleza. Así como uno no se cura a sí mismo, la naturaleza sí se cura a sí misma. Uno debe limitarse a hacer algo para ayudarla. Ahora redondearé esta idea. La plantearé de una manera un poco más provocativa. Cuando sucede alguna de esas cosas que comúnmente decimos que te perturban, no son ellas las que te perturban. La vida no es cruel contigo, la vida es fácil; es tu programación la que es cruel contigo. La vida es fácil; la vida es placentera. Recuerda a mi amigo Ramchandra, el hombre del ricksha.
Pensar en la vida que llevó te permitirá comprender que no es lo exterior lo que causa la perturbación; no eres tú el que la causa. Es tu programación.
Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet