Escuché una historia sobre un doctor anciano. Un día su ayudante lo llamó por teléfono porque tenía un gran problema: su paciente se iba a morir atragantado; tenía una bola de billar atascada en la garganta y el ayudante estaba perdido sin saber qué hacer.
Entonces, le preguntó al doctor anciano:
-¿Qué tengo que hacer ahora?
El doctor le dijo:
-Hazle cosquillas con una pluma.
Al rato, llama el asistente muy contento y le dice:
-¡Tu tratamiento fue maravilloso! El paciente se empezó a reír y escupió la bola… pero, dime: ¿dónde aprendiste esa técnica tan notable?
El doctor le dijo:
-Acabo de inventarla. Mi lema siempre fue: ‘Cuando no sepas qué hacer, haz algo...’
FUENTE: OSHO: ‘La Ciencia de la Meditación’, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com