martes, 22 de marzo de 2022

36.RELIGIONES. UTILIDAD II.


Desde hace miles de años las religiones organizan la dinámica de las pasiones 
de los pueblos definiendo el Bien y el Mal, alrededor de los cuales (extremos, dualismo) se establecen las medidas de los intereses, las compensaciones, los premios y los castigos. Pero para ajustarse a ello, el creyente tiene que tener fe.

Así es condicionado el aprendizaje del Ego.

Todas las religiones, escuelas, intentan algo que es común: liberar al Hombre de la tiranía del mundo, del reflejo de su propia mente, de los extremos del dolor y del placer.

Las diferencias entre ellas las encontramos en los medios que utilizan de mayor a menor carga emocional, sugestionabilidad, temor…

Es indispensable el esfuerzo que gente de todas las partes realizan sirviendo a sus creencias religiosas, en el cuidado a los enfermos, hambrientos y viviendo entre ellos. Pero semejante solidaridad también la ejercitan honestos laicos.

Puesto que se trata de valores que ya pertenecen al mundo civilizado, como el de los Derechos y Libertades.

Todavía quedan restos llamativos de tiempos pasados que no han sabido incorporar la evolución de las sociedades civilizadas en lo que a valores dichos se refiere. Tanto es así que en la Historia ha ocurrido muchas veces la unificación de los poderes materiales y los espirituales, representándose en sus jefes como modelos en los estados confesionales. Históricamente las religiones han socializado a los reyes pero es que aún hoy se conservan ejemplos del doble poder político y religioso como es el caso del Papa, el Dalai Lama, la Reina de Inglaterra, el desaparecido rey Faruk… y otros, lo que da una idea del personalismo religioso o del materialismo religioso.



Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet