Cuando busques nutrientes para tu confianza, te recomiendo... Toma decisiones: el que toma pocas o ninguna decisión se siente a merced del exterior, siendo su autoestima más vulnerable al buen o mal tiempo de las personas y los sucesos externos. Sé protagonista de tu vida: no basta con ser actor secundario o «extra». Sé el director y protagonista.
El protagonista vive y el director planifica la vida del personaje principal. Haz apuestas vitales: implícate en proyectos con los demás y en nuevas relaciones. Permítete el error: tienes todo el derecho a equivocarte. Has venido a la vida a aprender a fallar, no a acertar siempre. Nadie nace aprendido. ¡Ni falta que hace! Adáptate a las circunstancias: no te desgastes si no puedes cambiar lo externo. Si no se puede... ¡a otra cosa! Sé creativo con lo que no puede cambiar. Reajústate las veces que sea preciso.
Defiende tus necesidades y tus puntos de vista: expresa lo que consideres injusto, manifestando tu vivencia de las cosas, aunque ello suponga en ocasiones cierto sobreesfuerzo, la recompensa es mayor. Proyéctate: piensa qué es lo que podrías acabar recriminándote en el futuro si no tienes en cuenta visiones como las de A. Jodorowsky cuando te recuerda: «No hay fracaso, hay cambio de camino».
No intentes ser quien no eres: sé tú mismo, no finjas ser quien no eres, expresa tu autenticidad. Busca relaciones cómodas: no alimentes relaciones que te incomodan. Antes de eliminarlas, intenta dialogar sin perder la recomendación del saber popular: no más de tres oportunidades. Cree en tu cambio: ya no eres como el niño o el adolescente de ayer.
Obviamente, has cambiado y seguirás transformándote y desarrollándote a lo largo de la vida. El cambio es la única constante del universo.
Jordi Gil Martí
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet