Un yogui decía: «No me digáis nunca que un ser humano no puede cambiar». La frase más estúpida y mediocre es aquella de «soy como soy». No, uno puede empezar a ser como quiera ser. Eres desasosegado, puedes cultivar el sosiego; tienes odio, puedes comenzar a desplegar tu entendimiento y compasión; eres perezoso, actualiza tus energías de diligencia. El andamiaje de nuestra psicología puede «desaprenderse» para mejorarse. Pero no hay milagros en este sentido. Cambia el que se hace la firme resolución de cambiar y pone los medios oportunos para ello.
Un maestro de arquería le dijo a su discípulo: «Amigo, yo te doy el arco, te doy la flecha y te enseño a disparar, pero, desde luego, yo no voy a tensar el arco por ti ni a apuntar la flecha por ti».
Ramiro Calle
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
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