Al principio, se arrastra sobre la Madre Tierra en forma de gusano y solamente ve lo que tiene delante. Luego, llega el momento en el que se mete en un capullo y se adentra en la oscuridad. En esa oscuridad, tiene lugar un cambio completo. Al final, sale al mundo, a la vida, convertida en una criatura preciosa. Sin embargo, no emprende el vuelo inmediatamente, se queda a la espera, tomando contacto de nuevo con los elementos de la vida, con el agua, con el aire, con el fuego y con la tierra. Luego, bate las alas, crea movimiento y fuerza y, cuando llega el momento, vuela, ve el mundo desde una perspectiva diferente, tiene una panorámica mucho más amplia y bella. Eso es lo que me contaron cuando me dijeron que era una mariposa.
Tener constantemente la intención de renovar su vida, pero no encontrar nunca el tiempo de poner manos a la obra... Es como si alguien dejara de comer y de beber de un día para otro hasta morirse de hambre y perecer.
Walter Scott
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet