P: Estoy aprendiendo a ver profundamente mi soledad y sentarme con ella. Eso es muy útil. Sin embargo, la soledad surge cuando quiero conectarme con los demás. Quizá por cierta energía, quizá por el karma, porque algo me juzga u otra razón, porque hay una falta de conexión con los demás.
R: Quizá pueda añadir un poco de perspicacia a eso último que mencionó – la falta de conexión. Estamos profundamente condicionados a buscar una conexión (y todo lo demás) fuera de nosotros mismos. Queremos que otros se comporten o hablen de cierta manera para sentir una conexión con ellos, sin recordar que es en lo profundo de nuestro ser que estamos conectados con ellos. La verdadera respuesta está en conectarnos con nosotros mismos; esa conexión está disponible incluso cuando alguien nos está juzgando o rechazando.
Cuando le agradamos a alguien y esa persona nos responde de modo positivo, podemos relajarnos y comportarnos de manera natural alrededor de ellos. Esto nos permite comportarnos con nuestro propio Ser. El sentido de conexión que anhela surge de la conexión propia con su modo de ser natural. De allí surge siempre el sentido de conexión, aun cuando pareciera que para sentir esa conexión necesitáramos el amor y la aprobación de los demás. Es más fácil sentir una conexión con los demás, cuando ellos responden a nosotros de modo positivo, ya que esto nos permite relajarnos y sentir nuestra propia conexión con la Fuente.
La sensación de falta de conexión es un área fructífera para el cuestionamiento.
Quien sabe lo que podría encontrar si desarrolla curiosidad acerca de esta falta de conexión. ¿En qué lugar de su cuerpo siente la carencia? ¿Qué hay en ese espacio vacío donde parece faltar la conexión?
Aunque uno nunca sabe lo que descubrirá cuando explora la sensación de carencia, muchas veces encuentra ¡eso que consideraba le faltaba! ¡Qué sorpresa descubrir que el espacio vacío dentro de usted está conectado a todos y a todo!
Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet