CHISTE
Un señor va donde el médico:
-Doctor, me he torcido un tobillo.
-¡Bueno, vamos a ver eso! ¡Quítese el zapato y párese delante de esta ventana sacando la lengua, lo más que pueda!
El paciente obedece. El médico, sin moverlo de ese sitio, le examina el tobillo durante media hora.
-Es sólo un problema muscular. Ahora entre la lengua y siéntese mientras escribo su receta.
-¿Por qué, doctor, mientras que me examinaba, me puso en la ventana con toda la lengua afuera? Eso no tiene nada que ver con mi tobillo.
-Así es, no tiene nada que ver. Le dije que hiciera eso simplemente porque detesto a mi vecina de enfrente.
CONCIENCIA.
Todo el día la vecina de enfrente ve a los pacientes sacarle la lengua… Esto me hace pensar que existen personas que se aprovechan de nosotros. Hay que fijarse mucho con quién nos mezclamos, porque pueden, sin que nos demos cuenta, utilizarnos para otros fines que los que hemos previsto. Esto sucede sobre todo en grupos donde reinan Maestros o instructores embarcados en sueños de poder. Tienes que darte cuenta claramente si vas ahí para que te curen el tobillo (liberarte del ego egoísta) o para que te hagan sacar la lengua (entregarle tu energía vital al Ego desmesurado del gurú). Este chiste también se puede aplicar a la pareja: te enredas con una persona pensando que vas a encontrar el amor. En lugar de darte el cariño que buscas, te utiliza como pantalla de proyección, echándote encima los problemas neuróticos que tiene con su madre , su padre o ambos. Te lías con un cordero que al final se comporta como un tremendo lobo hambriento… Y también se puede aplicar este chiste a la relación paciente-psicoanalista: vas a que te curen lo más rápido posible de una depresión, y el psicoanalista, para que le sigas pagando, te mantiene en ese estado durante años.
Alejandro Jodorowsky