18 PENSAMIENTOS PERTURBADORES:
1. “Me quiere pero no se dá cuenta”
2. “Los problemas psicológicos que tiene, le impiden amarme
3. “Esa es su manera de amar”
4. “Me quiere, pero tiene impedimentos externos”
5. “Se va a separar”
6. “Nadie es perfecto” ó “Hay parejas peores”
7. “No es tan grave”
8. “No recuerdo que haya habido nada malo”
9. “Todavía me llama”,“Todavía me mira”,“Todavía pregunta por mí”
10. “Todavía hacemos el amor”
11. “Todavía no tiene otra persona”,Todavía está disponible”
12. “Se va a dar cuenta de lo que valgo”·
13. “Dios me va a ayudar”, “Me hice echar las cartas” o “Me hice la carta astral”
14. “Intentaré nuevas estrategias de seducción”
15. “Mi amor y comprensión lo curarán”
16. “Voy a dejarlo de a poquito”
17. “Solo seremos amigos”
18. “Sólo seremos amantes”
Ya hemos publicado cada uno de estos pensamientos perturbadores y su relación con el apego, Walter Riso los concluye a continuación.
.....Como habrás podido ver, la mente apegada utiliza infinidad de subterfugios y engaños para intentar salvar el amor extraviado. No importa qué tan inconveniente o dañino sea, la adicción afectiva no mide consecuencias. Es ciega por naturaleza.
Si estás en una relación enfermiza y tienes miedo de salirte, o has perdido a la persona que amas y no eres capaz de aceptarlo, es probable que utilices alguno de los dieciocho pensamientos perturbadores señalados. Todos obedecen a la misma necesidad: retener la fuente de apego mediante el autoengaño.
El principio del realismo no pide demasiado, porque no hay mucho que aprender sino desaprender. Quedarte quieto y mirar la realidad afectiva en la cual estás inmerso, es lo único que debes intentar. Si logras observar las cosas como realmente son, dejando los sesgos y las mentiras a un lado, tus esquemas irracionales comenzarán a tambalear. Aunque te duela el alma y tu organismo entre en crisis de abstinencia, no hay otro camino. La liberación afectiva y la ruptura de los viejos patrones de adicción no toleran la anestesia, porque las grandes revoluciones siempre exigen atención despierta. Además, tal como decía Kalil Gibrán: “Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?”
Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso