Desesperanza y muerte.
Si estamos dispuestos a renunciar a la esperanza de que la inseguridad y el dolor pueden ser exterminados, entonces podemos reunir el coraje de relajarnos en nuestra situación sabiendo que no podemos aferramos a nada. Este es el primer paso del camino.
ORIENTAR LA MENTE HACIA EL DHARMA no te aportará seguridad ni certeza. Volver tu mente hacia el dharma no te aporta una base sobre la que descansar. De hecho, cuando tu mente se vuelve hacia el dharma, reconoces sin miedo la impermanencia y el cambio, y empiezas a pillarle el truco a la desesperanza.
En tibetano hay una palabra interesante: ye tang che.
Ye significa «totalmente, completamente», y el resto de la palabra significa «exhausto». En conjunto, ye tang che significa «totalmente agotado», o también podríamos decir «completamente harto». Describe una experiencia de total desesperanza, de renunciar a la esperanza completamente.
Este es un punto importante, es el principio del principio.
Si no renunciamos a la esperanza —de que hay otro lugar mejor en el que estar, de que tenemos que ser otra persona mejor— nunca nos relajaremos en el dónde estamos y en quiénes somos.
Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron