jueves, 19 de diciembre de 2013

NIÑOS


Piensa en cada niño como un milagro. Respétalos, reverencialos; no los des por supuestos. Cada niño es un encuentro del Cielo y de la Tierra. 

Cada niño es un milagro.
Algo acontece que por regla general no sucede: la unión de la materia y la conciencia, la unión de lo visible y lo invisible. Así que consideralo un milagro. Respétalo, reverencialo; no lo des por supuesto. En cuanto el niño se da por hecho, empezamos a asesinarlo. Y cada niño es asesinado; eso es lo que está sucediendo en todo el mundo y lo que ha pasado a lo largo de los siglos: es una gran masacre. No se trata solo de que Herodes matara a todos los niños de Israel, es algo que acontece a diario; sucedía antes de Herodes y ha sucedido desde él. 

Cada niño pasa por un asesinato psíquico; en cuanto no es respetado y consideras que te pertenece como si fuera una posesión, el niño ha muerto, ha sido borrado. Hay que respetarlo como a un Dios, porque es la llegada de Dios al mundo otra vez. Cada niño es una declaración de Dios de que aún no se ha cansado, de que todavía no se ha hartado del hombre, que aún alberga esperanzas, que continuará creando nuevos seres humanos, sin importar en qué nos convirtamos, si en pecadores o en santos. Sea lo que fuere lo que hagamos, él todavía espera que se cree el verdadero hombre. ¡Dios aún no ha fallado! Esa es la declaración de cada niño que llega a la Tierra, que llega a la existencia.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 210