Quizás el mas dañoso y difundido de los mitos acerca del amor es el que promueve la falsa idea de que el “verdadero amor” es eterno. Los que lo repiten y sostienen pretenden convencernos de que si alguien te ama, te amará para toda la vida, y que si amás a alguien, esto jamás cambiará.
Y sin embargo, a veces, lamentable y dolorosamente, el sentimiento se aletarga, se consume, se apaga y se termina... Y cuando eso sucede, no hay nada que se pueda hacer para impedirlo.
Estoy diciendo que se deja de querer.
Claro, no siempre, pero se puede dejar de querer.
Cree que el amor es eterno es vivir encadenado al engaño infantil de que puedo reproducir en lo cotidiano aquel vínculo que alguna vez tuve real o fantaseado: el amor de mi madre: un amor infinito, incondicional y eterno.
Dice Lacan que es éste el vínculo que inconscientemente buscamos reproducir, un vínculo calcado de aquel en muchos aspectos.
Ya hablaremos de esta búsqueda y de la supuesta eternidad cuando lleguemos al tema de la pareja, pero mientras tanto deshagamos, si es posible para siempre, de la idea del amor incólume y asumamos con madurez, como Vinicius de Moraes, que el amor es una llama que consume y consume porque es fuego, un fuego eterno... mientras dure.
Mi consultorio, en problemas afectivos, se divide en tres grandes grupos de personas: aquellas que quieren ser queridas mas de lo que son queridas, aquellas que quieren dejar de querer a aquel que no las quiere mas porque les es muy doloroso, y aquellas que les gustaría querer mas a quien ya no quieren, porque todo sería mas fácil.
Lamentablemente, todos se enteran de las mismas malas noticias: no solo no podemos hacer nada para que nos quieran, sino que tampoco podemos hacer nada para dejar de querer.
Que fácil sería todo si se pudiera elevar el quererómetro apretando un botón y querer al otro mas o menos de lo que uno lo quiere, o girar una canilla hasta conseguir equiparar el flujo de tu emoción con el mío.
Pero las cosas no son así. La verdad es que no puedo quererte mas que como te quiero, no podés quererme ni un poco mas ni un poco menos de lo que me querés.
Bien, ya sabemos lo que No Es. Pero ¿qué es realmente el amor?.
Extracto del libro:
El Camino del Encuentro
Jorge Bucay