Hay que recordar una cosa sobre la meditación: es un largo viaje y no existe ningún atajo. Cualquiera que diga lo contrario te está engañando.
Es un largo viaje, porque el cambio es muy profundo y se alcanza después de muchas vidas; muchas vidas de hábitos rutinarios, pensamientos, deseos y estructura mental, que tienes que perder mediante la meditación. De hecho, casi es imposible, pero sucede.
Un hombre que se convierte en meditador adquiere la mayor responsabilidad del mundo. No es fácil. No puede ser instantáneo. De manera que desde el principio no esperes demasiado, entonces luego no te podrás frustrar. Siempre serás feliz, porque las cosas se desarrollarán con lentitud.
La meditación no es una flor de temporada que aparece a las seis semanas. Es un árbol muy grande. Necesita tiempo para extender sus raíces.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 231
Osho
Día 231