jueves, 22 de mayo de 2014

NIÉGATE A SER INÚTIL


Algunas sugerencias para trabajar el desapego y nivelar el poder afectivo en la pareja.

5. NIÉGATE A SER INÚTIL

Este punto es un corolario del anterior. Los dependientes van asimilando la inutilidad como parte de la vida y, con el tiempo, van perdiendo la poca autonomía que les queda. Otra vez el miedo, siempre el miedo.«Hazme esto», «Ayúdame con aquello», «¡Esto es muy difícil!», cuando en realidad podrían resolverlo o hacerlo sin tantos apoyos. 

Recuerdo el caso de una paciente que logró su emancipación gracias a un infarto de su marido. Durante el mes que duró la recuperación del hombre en el hospital, ella tuvo que hacerse cargo de todo. La pesadilla de cualquier dependiente emocional (hacer frente a la vida sin su guardaespaldas afectivo) se había hecho realidad para ella. Su inutilidad quedó en evidencia rápidamente. Por ejemplo, no sabía conectar el televisor a los canales por cable; una vez estuvo una mañana entera tratando de hacer una transferencia en el banco (¡ni siquiera sabía cuál era la entidad financiera!); no tenía idea de cuánto costaba la gasolina ni cómo se llenaba el depósito de su coche; desconocía todos los números telefónicos importantes; ignoraba cómo hacer una llamada desde el extranjero, etcétera. Muy a su pesar, fue «viuda» un mes y tuvo que resolver todo tipo de problemas, algunos bastante complejos. Cuando su esposo regresó del hospital encontró una mujer más segura y menos dependiente, como si hubiera pasado por una terapia de cambio extremo en tiempo récord. En una cita posterior, llegamos a la conclusión de que no había que esperar otro infarto para seguir mejorando y que la autoeficacia (la convicción de que uno es capaz) iba a convertirse en una motivación vital.

Extracto del libro: 
Manual Para No Morir de Amor 
Walter Riso