miércoles, 7 de mayo de 2014

UNA CONVERSACIÓN PARA HACER LAS PACES


Practicamos con nuestra familia, con nuestros amigos espirituales porque solos no podemos triunfar fácilmente.

Necesitamos aliados. En el pasado nos aliamos para hacernos sufrir más, para aumentar la ira. Pero ahora deseamos aliamos para cuidar del pesar, la ira o la frustración que sentimos.

Queremos negociar una estrategia para alcanzar la paz. 

Inicia una conversación para hacer las paces con tu ser querido: «Cariño, en el pasado nos hemos hecho sufrir mucho. Los dos hemos sido víctimas de la ira. Hemos convertido nuestra vida en un infierno. Ahora, deseo cambiar. Quiero que nos aliemos, para protegemos el uno al otro, para practicar y transformar nuestra ira juntos. A partir de ahora vamos a crear una vida mejor, basada en la práctica de ser conscientes. Cariño, necesito tu ayuda, necesito tu apoyo. Y también tu colaboración, ya que sin ti no puedo triunfar».

Has de decir estas palabras a tu pareja, a tu hijo o a tu hija, ya es hora de que lo hagas. Esto es el despertar, el amor. 

Quizá consigas cierta iluminación al escuchar durante cinco minutos una charla sobre el Dharma, pero debes conservar esa iluminación en tu vida cotidiana, para poder llevarla a tu hogar y empezar a aplicarla a tu vida cotidiana.

A medida que la iluminación vaya creciendo en ti, la confusión y la ignorancia irán retirándose. No sólo influirá en tus pensamientos, sino también en tu cuerpo y en tu modo de vivir.

De ahí que sea tan importante que te dirijas a tu pareja, a tu ser amado, y negocies una estrategia para hacer las paces, para consumir conscientemente y protegeros el uno del otro. Debes sacar lo mejor que hay en ti, tu talento, tu habilidad, todo, para triunfar en esta negociación familiar para no haceros sufrir más.

Deseas empezar de nuevo, transformarte a ti mismo. Depende de ti que convenzas a la otra persona. 

Extracto del libro: 
LA IRA (El dominio del fuego interior) 
Thich Nhat Hanh