miércoles, 18 de junio de 2014

VIVIR CUESTA MUY POCO, PERO...


Carta 2
Puedes leer la carta 1 en el link:
http://consentido2.blogspot.mx/2014/06/la-frase-perversa-hay-que-ganarse-la.html

«Nadie necesita ayuda para tener problemas.»
Proverbio mahorí

Querido y ocupado jefe:

Han pasado ya bastantes días y no he recibido respuesta a mi anterior carta. Sé que estás muy ocupado con el tema de los presupuestos, que vas de reunión en reunión, pero me extraña que no te hayas dignado al menos a mandarme un acuse de recibo.

Tal vez necesitas más argumentos para darte cuenta de que realmente estamos ante una situación preocupante...

A ver qué te parecen éstos:

—La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho público recientemente el siguiente dato: la depresión es la primera causa de discapacidad en el mundo y es el origen del 27 por ciento de las discapacidades que se registran cada año.

—Se prevé un incremento de hasta un 50 por ciento en el número de personas que se verán afectadas por la depresión en los países occidentales en los próximos 25 años.

—Las urgencias psiquiátricas han aumentado entre un 10 y un 20 por ciento en todo el mundo en los últimos 10 años. La OMS alerta de que los trastornos mentales se convertirán en breve en el principal problema de los países desarrollados o en vías de desarrollo. Los trastornos más comunes atendidos en los servicios de urgencias de los hospitales son los emocionales, la angustia y, cómo no, la depresión. Las causas de este incremento están motivadas, según las fuentes oficiales, «por una ruptura en los hábitos sociales, donde predominan la soledad, la presión social y la angustia». Repito y desgloso:
  • La soledad.
  • La presión social.
  • Y la angustia.
Lee detenidamente los párrafos anteriores y verás que aparece una enorme paradoja, una contradicción tragicómica de gigantescas dimensiones: ¡estar desarrollado o en vías de desarrollo te lleva a la depresión, a la soledad y a la angustia, fruto de la presión social!

O sea: ¡ESTAR DESARROLLADO ES UN PROBLEMA!

Necesito oxígeno, aire...
Salgo a la ventana y grito:
¡Socorro! ¡Que alguien me ayude a comprender esto!

Y digo yo, humildemente, que tendremos que someter a revisión el concepto «desarrollo»... ¿o no? ¡Porque me niego a que mis hijos vivan en un mundo peor!

¡Me niego!

¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Qué hacemos mal?

Porque está claro que alguna cosa hacemos mal, a menos que el objetivo sea que todos estemos deprimidos dentro de cien años, o que la norma, lo normal en la sociedad en la que vivan nuestros hijos, sea estar deprimido.

¿No crees, como yo, que nos estamos complicando la vida?

VIVIR CUESTA MUY POCO, PERO PODEMOS COMPLICARLO TANTO COMO QUERAMOS.

Coincidirás conmigo en que, en esencia, el acto de vivir es muy simple, especialmente si va acompañado de una sana conciencia, de capacidad para 
pensar y de libertad para decidir. Pero si nuestra mente, como te comentaba en mi carta anterior, se rige por la orden de «ganarse la vida», la cosa empieza a 
complicarse.

El conjunto de las experiencias relacionadas con el trabajo son vividas entonces como una dura competencia, muchas veces ligada a un esfuerzo en el que 
puedes realmente acabar dejándote la vida, bien porque ésta pasa y no te enteras de que has vivido, bien porque el corazón o el cuerpo te dicen: «¡Basta, me 
rindo, lo dejo aquí porque esto no hay quien lo aguante!» (ya sabes, lo que le pasó a Valdés, el jefe de ventas, hace un par de semanas: un colapso como una 
casa).

Espero, apreciado jefe, que esto no nos pase a nosotros.
Tuyo,
Álex

P. D. Dice Anthony de Mello: «Con la vida ocurre lo mismo que con los chistes: lo importante no es lo que duren, sino lo que hagan reír». Sería bueno que 
pensáramos en ello.

Extracto del libro: 
La brújula interior
Conocimiento y éxito duradero 
Álex Rovira Celma