Cómo quitarse el clavo uno mismo y aliviar el dolor del viejo amor.
3. QUEDAR LIMPIO INTERIORMENTE
Un paciente, ocho meses después de haberse separado, me decía: «¡Es increíble! Hace unos meses habría hecho cualquier cosa para estar a su lado nuevamente y ahora ya ni me inmuto. Hay momentos en que la nostalgia llega por oleadas, pero se va rápidamente; ya no duele. Me siento bien estando solo».
Al comienzo, mi paciente, tratando de olvidar a su ex, empezó a salir con una amiga de su juventud que siempre le había gustado (no sé cuál es la razón, pero en los primeros meses de una separación, los viejos amigos y amigas que fueron potenciales parejas en alguna época, resucitan como zombis). La experiencia fue un desastre, ya que no era capaz de seguirle el ritmo a la mujer, que le pedía atención, sexo y mimos al por mayor.
Cuanto más exigía ella, más se inhibía él. Finalmente no aguantó más y decidió quedarse solo, llorar sus penas y hacer frente a la pérdida con ayuda profesional. Salir de un amor enquistado es como salir de una maldición y encontrarse a sí mismo: «¡Hola, soy yo! ¿Me reconoces?». Después de reencontrarse consigo hay que empezar a reconstruirse.
Extracto del libro:
Manual Para No Morir de Amor
Walter Riso