lunes, 15 de septiembre de 2014

LA VISIÓN DEL INTER-SER


Nuestro método de práctica no debe ser violento, y la noviolencia sólo puede nacer de la visión de la no-dualidad, del inter-ser.

Y esta visión consiste en que todo está interconectado y que nada puede existir por sí solo. Emplear la violencia con los demás es emplearla contigo mismo. Si no adquieres la visión de la no-dualidad, seguirás siendo violento y desearás castigar, reprimir y destruir. Pero una vez hayas penetrado la realidad de la no-dualidad, sonreirás tanto a la flor como a la basura que hay en ti, y las abrazarás a ambas. Esta visión es la base de una actuación no violenta.

Cuando adquieres la visión de la no-dualidad y del inter-ser, puedes cuidar de tu cuerpo de la forma menos violenta posible, te ocupas de tus formaciones mentales, incluso de tu ira, sin usar ningún tipo de violencia.

Cuidas de tu hermano, hermana, padre, madre, comunidad y de tu sociedad con la mayor ternura. La no-violencia nace de esta clase de actitud. Cuando has penetrado la realidad del inter-ser, no ves a nadie como a tu enemigo.

La base de nuestra práctica es la visión de la no-dualidad, la visión de la no-violencia. Esta visión nos enseña a tratar nuestro cuerpo con ternura. Hemos de tratar la ira y la desesperanza que sentimos con ternura. La ira se arraiga también en los elementos que carecen de ira, en la forma en que vivimos nuestra vida cotidiana. Si nos ocupamos bien de todo lo que hay en nosotros, sin discriminar nada, evitamos que nuestras energías negativas lleguen a dominar. Reducimos las fuerzas de nuestras semillas negativas para impedir que nos aneguen.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh