jueves, 30 de octubre de 2014

LA IMPORTANCIA DE REGAR LAS FLORES


Hace algunos años, un matrimonio de Burdeos vino a Plum Village para asistir a una charla sobre el Dharma. Celebrábamos el nacimiento del Buda y yo iba a hablar sobre el riego selectivo, sobre la importancia de regar las flores.

En el transcurso de la charla sobre el Dharma noté que aquella señora de Burdeos estaba llorando en silencio.

Después de finalizar las enseñanzas, me acerqué a su marido y le dije: «Necesita regar su flor». Él comprendió en el acto lo que yo quise decirle, y mientras volvían a casa empezó a regar las semillas positivas de su esposa. El viaje sólo duró una hora y diez minutos, pero al llegar a casa, los hijos se sorprendieron mucho al ver a su madre tan fresca y feliz porque hacía mucho tiempo que no la veían en ese estado.

Había muchas semillas maravillosas en ella, pero su esposo no las había reconocido, no las había regado, sólo había regado las semillas negativas de su mujer porque no había hecho esta práctica. No es que no fuera capaz de regar las semillas positivas que había en ella, era muy capaz de regar la flor, pero necesitaba ir a Plum Village para que le recordaran esta práctica.

Necesitaba que su maestro le animara a hacerlo. Por eso es tan importante formar parte de una comunidad de practicantes; necesitas la sangha, necesitas tener un hermano, una hermana o un amigo que te recuerde lo que ya sabes. El Dharma está en ti, pero para que se manifieste y se convierta en una realidad, necesita también ser regado. Si realmente has practicado el regar las semillas positivas que hay en la persona amada, no te causará hoy demasiado sufrimiento. Por tanto, tú eres en parte el responsable de tu sufrimiento.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh