viernes, 29 de abril de 2016

CONSCIENCIA SIN EVALUARLO TODO


¿Usted quiere cambiar el mundo? ¿Qué tal empezar por usted mismo? ¿Qué tal transformarse usted primero? Pero ¿Cómo se logra eso? Por medio de la observación. Por medio de la comprensión. sin interferencia o juicio de usted. Porque usted no puede comprender lo que juzga.

Cuando dice de alguien: "Es comunista", se interrumpe en ese momento la comprensión. Usted le puso a esa persona un rótulo. "Ella es capitalista". En ese momento se detiene la comprensión. Le puso un rótulo, y si ese rótulo lleva ecos de aprobación o desaprobación, ¡tanto peor! ¿Como va a comprender lo que aprueba, o lo que desaprueba? todo esto que digo suena como a un mundo nuevo, ¿no es así? ningún juicio, ningún comentario, ninguna actitud: simplemente observar, estudiar, mirar, sin el deseo de cambiar lo que es. Porque si usted desea cambiar lo que es por lo que cree que debe ser, deja de comprender. Un entrenador de perros trata de comprender a un perro de manera que pueda entrenarlo para realizar ciertos trucos. Un científico observa el comportamiento de las hormigas sin ningún otro fin distinto de estudiar las hormigas, de aprender lo más posible sobre ellas. No tiene ningún otro propósito. No intenta entrenarlas o conseguir algo de ellas. Le interesan las hormigas, quiere aprender todo lo que sea posible sobre ellas. Ésa es su actitud. El día que ustedes logren una actitud como esa, experimentarán un milagro. Cambiarán, sin esfuerzo, correctamente. El cambio ocurrirá, no tendrán que lograrlo. Cuando la vida de la consciencia llegue a la oscuridad de ustedes, desaparecerá todo lo malo. Lo bueno se cultivará. Tienen que experimentar eso ustedes mismos.

Pero para esto se requiere una mente disciplinada. Y cuando digo disciplinada, no me refiero al esfuerzo. Estoy hablando de otra cosa. ¿Alguna vez han estudiado a un atleta? Toda su vida son los deportes, pero qué vida tan disciplinada la que lleva. Y miren un río que se dirige al mar: él crea el cauce que lo contiene. Cuando dentro de uno hay algo que lo mueve en la dirección correcta, crea su propia disciplina. En el momento en que le llega la consciencia. ¡Ah, es maravilloso!. Es lo más maravilloso del mundo; lo más importante; lo más maravilloso. No hay nada más importante en el mundo que despertar ¡Nada! Y, por supuesto, a su manera también es una disciplina.

No hay nada más maravilloso que ser consciente. ¿Preferiría usted vivir en la oscuridad? ¿Preferiría actuar y no ser consciente de sus acciones, hablar y no ser consciente de sus palabras? ¿Preferiría oír a la gente y no ser consciente de lo que está oyendo o ver las cosas y no ser consciente de lo que está viendo? El gran Sócrates dijo: “La vida sin consciencia no merece ser vivida”. Ésa es una verdad evidente. La mayoría de la gente no vive una vida consciente. Vive una vida mecánica, pensamientos mecánicos - por lo general ajenos -, emociones mecánicas. ¿Quieren ver cuán mecánico es usted realmente? “¡Qué linda camisa tienes!” Usted se siente bien oyendo eso. ¡Por una camisa, santo cielo! Usted se siente orgullosos cuando oye eso. La gente viene a mi centro en la India y dice: “¡Qué lugar tan encantador, qué árboles tan encantadores!” (de los cuales no tengo ninguna responsabilidad), ¡qué clima tan encantador!" Y ya empiezo a sentirme bien, hasta que me sorprendo sintiéndome bien, y digo: "¿Puede usted imaginarse algo más estúpido que eso?" Yo no soy responsable de esos árboles; no fui responsable de la elección del lugar. No ordené el clima, sencillamente sucedió. Pero el "mi" se metió allí, de modo me siento bien. Me siento bien sobre "mi" cultura y "mi" nación ¿Cuán estúpido puede ser uno? Lo digo en serio. Me dicen que por mi gran cultura hindú he producido todos estos místicos. Yo no los produje. Yo no soy responsable de ello. O me dicen: "Ese país suyo y su pobreza - ¡es horrible!" Me avergüenzo. Pero yo no la creé. ¿Qué está pasando? ¿Se detuvo usted alguna vez a pensar? La gente le dice a uno: "Usted es encantador", y uno se siente maravilloso. Obtiene una caricia positiva (de ahí que a eso lo llamen "yo estoy bien, tú estás bien"). Algún día voy a escribir un libro y el título será Yo soy un estúpido, tú eres un estúpido. eso es lo más liberador, lo más maravilloso del mundo, cuando usted admite públicamente que es un estúpido. Es maravilloso. Cuando la gente me dice: "Usted se equivoca", yo digo: ¿Qué más se puede esperar de un estúpido?.

Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello