Con el tiempo, te das cuenta de que si estas al lado de una persona sólo para acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo, te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.
Con el tiempo, entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se ve rodeado de falsas amistades.
Con el tiempo, aprendes que disculpar cualquiera lo hace, mientras que perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo, aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo, aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoras terriblemente los que se han marchado.
Con el tiempo, aprendes que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, que extrañas, que necesitas, ya no tiene ningún sentido ante una tumba.
Extracto del libro:
La culpa es de la vaca 1a parte
Lopera y Bernal
Fotografía de Internet