-Porque tú todavía no eres. Hay un vacío interior, y el miedo a que si te relacionas con alguien más tarde o más temprano se demostrará que estás vacío. Por eso parece más seguro mantener una distancia con la gente; por lo menos puedes simular que eres. Tú no eres. No has nacido todavía, eres tan sólo una posibilidad. Pero todavía no eres su realización; y sólo dos personas que se hayan realizado pueden relacionarse. Relacionarse significa amar, significa compartir. Pero antes de poder compartir, tienes que tener y antes de poder amar tienes que estar lleno de amor, rebosante de amor. Dos semillas no se pueden relacionar, están cerradas. Dos flores pueden relacionarse, están abiertas, pueden mandar su fragancia de una a otra, pueden danzar bajo el mismo sol y en el mismo viento, pueden tener un diálogo, pueden susurrarse. Pero esto no es posible para dos semillas. Las semillas están totalmente cerradas, no tienen ventanas y entonces, cómo van a relacionarse?
Millones de personas han preferido quedarse en semillas. ¿Por qué? Cuando pueden convertirse en flores y danzar al viento, bajo el sol, bajo la luna, ¿por qué han decidido quedarse en semillas? Hay una razón para esta decisión: la semilla está más segura que la flor. La flor es frágil; la semilla no lo es, la semilla parece más fuerte. La flor puede ser destruida muy fácilmente; sólo un golpe de viento y sus pétalos volarán. La semilla no puede ser destruida por el viento tan fácilmente, la semilla está muy protegida, segura. La flor estará expuesta; una cosa tan delicada, y expuesta a tantos riesgos: puede soplar un viento fuerte, puede llover tormentosamente, el sol puede calentar demasiado, cualquier tonto puede arrancar la flor. Cualquier cosa puede ocurrirle a la flor, le puede pasar de todo; la flor está constantemente en peligro. Pero la semilla está segura; por eso millones de personas han decidido permanecer como semillas. Pero quedarse en semilla es quedarse muerto, quedarse en semilla no es en absoluto vivir. Es seguro, ciertamente, pero no tiene vida. La muerte es segura, la vida es inseguridad. El que realmente quiere vivir tiene que vivir en peligro, en constante peligro.
FUENTE: OSHO: ‘Misterios de la Vida (I)’, tomado del Libro De la Sabiduría, Discurso 27, de la dirección internet www.oshogulaab.com