Si uno no se siente aceptado y reconocido, necesitará buscar fuera aquello de lo que carece. Si es preciso lo mendigará hasta sentirse más rechazado y menos valorado aún.
Hasta que no decida recuperar su poder personal y retirarlo de aquellos que hasta ahora ostentaban una figura de autoridad no encontrará sus alas para volar. Aceptarse a uno mismo es el paso para mejorar aprendiendo de los errores, es la vía del desarrollo.
Reconocerse a uno mismo es saberse grande, con plenos potenciales y capacidades, es la vía del crecimiento y la transformación.
Arancha Merino
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet