A lo largo de mis viajes, no escogía las comunidades donde alojarme según tuvieran o no provisiones materiales; mi única intención era descubrir si los maestros tenían una buena percepción interior. Si así era, permanecía allí durante un verano o un invierno; pero si su mente era mediocre, me iba a los dos o tres días. Aunque conocí a más de sesenta destacados maestros, apenas uno o dos eran poseedores de una gran percepción interior. El resto carecía de auténtico conocimiento, únicamente deseaban tus donativos.
Ta-sui (834-919)
LAS ENSEÑANZAS ZEN