miércoles, 26 de marzo de 2014

MUERTE Y MEDITACIÓN


En cuanto sabes que vas a morir en unos días, inmediatamente este mundo -el dinero, el banco, los negocios, esto y aquello-se convierte en algo inútil. No deja de ser más que un sueño, y tú empiezas a despertar.

En cuanto le dieces a un hombre que va a morir en un periodo de tiempo específico, y es seguro -el hombre ya está muerto en cierto sentido y empieza a pensar en el futuro-, entonces la meditación es posible. En cuanto una persona sabe que va a morir, se desprenderá de muchas tonterías por propia voluntad. De inmediato la totalidad de su visión se transforma. 

Si tienes que marcharte mañana, empiezas a hacer las maletas y ya no te preocupa la habitación que ocupas en este hotel. De hecho, ya no estas aquí; preparas tus maletas y cosas y piensas en el viaje. Lo mismo sucede con una persona cuando le dices que va a morir, que la muerte es segura y no se puede evitar y que no debería seguir tonteando; ha llegado el momento decisivo y sabe que ha desperdiciado demasiado de su vida... De inmediato el hombre le da la espalda al mundo y empieza a escudriñar en la oscuridad del futuro. 

En ese momento, si le hablas sobre la meditación, estará dispuesto a practicarla... y ese puede ser el mayor de los regalos.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 228