martes, 31 de julio de 2018

EL PROFESOR LLAMADO EXPERIENCIA







La Sadbana de Mahamudra de Trungpa Rinpoche describe el samaya de cuerpo, discurso y mente de una manera muy hermosa: «Cualquier cosa que veamos con los ojos es vívidamente irreal en el vacío, y sin embargo tiene una forma.» Y continúa diciendo que la forma no es otra cosa que el aspecto de nuestro profesor. «Cualquier cosa que oigamos con los oídos es el eco del vacío, y sin embargo es real.» Y estos sonidos ordinarios y cotidianos son la expresión de nuestro profesor. Todos nuestros pensamientos y recuerdos, «buenos y malos, alegres y tristes», todos ellos «desaparecen en el vacío como la huella de un pájaro en el cielo». Todos estos pensamientos que surgen constantemente son la mente de nuestro profesor. Aquí es donde la sadhana empieza a introducirnos al hecho de que el profesor no está separado de nuestra experiencia. Nos damos cuenta de que no existe alternativa a la experiencia que estamos teniendo; nuestra experiencia es la única que hay: ella es el profesor definitivo. 





Según una famosa cita, el estudiante de budismo vajrayana siempre debe estar en estado de pánico. Nos resulta tan poco familiar adquirir un compromiso tan total con el despertar que nos ponemos nerviosos. En una ocasión en que estaba dedicando muchas horas a realizar una práctica, me sentía tan agitada que apenas podía mantenerme sentada. Más tarde le dije a Rinpoche que me sentía irritada con todo, hasta con las motas de polvo. Me respondió que eso ocurría porque la práctica me exigía estar cuerda y aún no estaba acostumbrada a ello.









Extracto del libro:


Cuando Todo Se Derrumba


Pema Chödron


Fotografía de Internet


EL PROFESOR LLAMADO EXPERIENCIA


La Sadbana de Mahamudra de Trungpa Rinpoche describe el samaya de cuerpo, discurso y mente de una manera muy hermosa: «Cualquier cosa que veamos con los ojos es vívidamente irreal en el vacío, y sin embargo tiene una forma.» Y continúa diciendo que la forma no es otra cosa que el aspecto de nuestro profesor. «Cualquier cosa que oigamos con los oídos es el eco del vacío, y sin embargo es real.» Y estos sonidos ordinarios y cotidianos son la expresión de nuestro profesor. Todos nuestros pensamientos y recuerdos, «buenos y malos, alegres y tristes», todos ellos «desaparecen en el vacío como la huella de un pájaro en el cielo». Todos estos pensamientos que surgen constantemente son la mente de nuestro profesor. Aquí es donde la sadhana empieza a introducirnos al hecho de que el profesor no está separado de nuestra experiencia. Nos damos cuenta de que no existe alternativa a la experiencia que estamos teniendo; nuestra experiencia es la única que hay: ella es el profesor definitivo. 

Según una famosa cita, el estudiante de budismo vajrayana siempre debe estar en estado de pánico. Nos resulta tan poco familiar adquirir un compromiso tan total con el despertar que nos ponemos nerviosos. En una ocasión en que estaba dedicando muchas horas a realizar una práctica, me sentía tan agitada que apenas podía mantenerme sentada. Más tarde le dije a Rinpoche que me sentía irritada con todo, hasta con las motas de polvo. Me respondió que eso ocurría porque la práctica me exigía estar cuerda y aún no estaba acostumbrada a ello.


Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet

LA ETERNA DICHA






LA ETERNA DICHA


lunes, 30 de julio de 2018

NIRVANA








La dicha significa alcanzar el núcleo más profundo de tu ser. Se encuentra en las profundidades últimas de tu ser, donde ni siquiera el ego existe, donde reina el silencio: tú has desaparecido. En la alegría existes un poco, pero en la dicha dejas de existir. Se ha disuelto el ego; es un estado de no ser.





Buda lo llama «nirvana». El nirvana significa dejar de ser, ser un vacío infinito como el cielo. Y en el momento en que eres el infinito, te inundas de estrellas e inicias una vida completamente nueva. Renaces.





El placer es algo momentáneo, algo que pertenece a la esfera del tiempo, es algo «de momento». La dicha es intemporal, atemporal. El placer comienza y termina; la dicha ni va ni viene: está ya en el núcleo más profundo de tu ser. El placer hay que arrancárselo a otro: o eres mendigo o eres ladrón. La dicha te hace el amo.





La dicha no es algo que te inventas, sino algo que descubres. La dicha es tu naturaleza más íntima. Estaba allí desde el principio, pero tú no te habías fijado. No te has dado cuenta porque no miras hacia dentro.





Ésa es la única desgracia del ser humano: que sólo mira hacia fuera, siempre en busca y en pos de algo. Y ese algo no se puede encontrar en el exterior porque no está allí.










Bibliografía: 



Alegría: Osho


Fotografía tomada de internet



NIRVANA


La dicha significa alcanzar el núcleo más profundo de tu ser. Se encuentra en las profundidades últimas de tu ser, donde ni siquiera el ego existe, donde reina el silencio: tú has desaparecido. En la alegría existes un poco, pero en la dicha dejas de existir. Se ha disuelto el ego; es un estado de no ser.

Buda lo llama «nirvana». El nirvana significa dejar de ser, ser un vacío infinito como el cielo. Y en el momento en que eres el infinito, te inundas de estrellas e inicias una vida completamente nueva. Renaces.

El placer es algo momentáneo, algo que pertenece a la esfera del tiempo, es algo «de momento». La dicha es intemporal, atemporal. El placer comienza y termina; la dicha ni va ni viene: está ya en el núcleo más profundo de tu ser. El placer hay que arrancárselo a otro: o eres mendigo o eres ladrón. La dicha te hace el amo.

La dicha no es algo que te inventas, sino algo que descubres. La dicha es tu naturaleza más íntima. Estaba allí desde el principio, pero tú no te habías fijado. No te has dado cuenta porque no miras hacia dentro.

Ésa es la única desgracia del ser humano: que sólo mira hacia fuera, siempre en busca y en pos de algo. Y ese algo no se puede encontrar en el exterior porque no está allí.


Bibliografía: 
Alegría: Osho
Fotografía tomada de internet

ESCLAVO O PERSONA LIBRE






ESCLAVO O PERSONA LIBRE


domingo, 29 de julio de 2018

SEIS SOMBREROS PARA PENSAR







Con toda probabilidad, el autor que mejor ha analizado las claves del pensamiento lateral —o intuitivo— es el maltés Edward de Bono. Más que una alternativa al pensamiento lógico o vertical, considera que es un complemento necesario para que podamos alcanzar una mayor profundidad creativa.





Éstas son algunas de las características del pensamiento lateral:





Se basa más en la provocación que en el análisis. En lugar de determinar cómo son las cosas, juega a cómo podrían ser si...





No sigue un itinerario prefijado, sino que bebe de una espontaneidad aparentemente caótica. Un ejemplo de ello sería una sesión de brainstorming, en la que todo el mundo puede dar rienda suelta a su imaginación sin ponerse límites.





Prescinde de valoraciones previas o juicios; es decir, se trata de generar ideas sin prejuicios.





Acepta todos los caminos y rehúye las etiquetas.





No utiliza la información como un fin sino como un medio de generar nuevas ideas de forma libre.





El pensamiento lateral puede parecer fuera del alcance de las personas acostumbradas a racionalizar, pero también es cierto que una dinámica exclusivamente intuitiva tampoco permite llevar las ideas a la práctica.





Para escapar de los modelos rígidos que limitan la creatividad, Edward de Bono desarrolló un método propio llamado «Seis sombreros para pensar». Asumiendo que en la escuela nos transmiten muchos conocimientos pero no nos enseñan a pensar, este autor propone un trabajo de grupo —aunque también puede realizarse individualmente— con seis modalidades distintas de pensamiento.





Como si el color del sombrero determinara nuestra forma de pensar, al ponérnoslo simbólicamente desarrollaremos uno de los seis aspectos. Esto nos permitirá flexibilizar la mente y multiplicar nuestras perspectivas sobre un problema. Imaginemos que nos hallamos en un probador con estos seis sombreros mágicos, cada uno de los cuales nos aporta una visión distinta. Se trata, en esencia, de ampliar nuestro horizonte para ver todas las posibilidades a nuestra disposición.





Para tratar un determinado problema o situación, iremos probando uno tras otro asumiendo durante unos minutos un determinado rol mental:





Sombrero blanco. Nos hace mirar los acontecimientos objetivamente. «Los hechos son los hechos.» Este modo de pensar valora los datos de manera fría y analítica.





Sombrero gris. Es el de la lógica negativa, es decir, el de la crítica, el juicio y la prudencia. Nos incita a ver lo que va mal y prever lo que puede ir mal.





Sombrero verde. El modo de pensar más creativo se enfoca sólo a las ideas nuevas, barajando todas las posibilidades e insights.





Sombrero rojo. Hace prevaler los sentimientos, la dimensión emocional del sujeto y del problema, así como las intuiciones que brotan de nuestra sabiduría interior.





Sombrero amarillo. Es el de la lógica positiva, el pensamiento optimista que nos orienta hacia lo factible y sus posibles beneficios.





Sombrero azul. Hace que nos centremos en el control y gestión del propio pensamiento. Dicho de otro modo, más que en crear ideas nuevas, se interesa en comprender cómo hemos llegado hasta las que tenemos.





Aunque a priori pueda parecer un «juego de roles», este ejercicio nos permite ampliar nuestra paleta de colores a la hora de abordar creativamente una cuestión. Los seis sombreros para pensar son, en este sentido, un gran antídoto contra la rigidez mental y la estrechez de miras.





Los creadores de nuevas realidades, como los que diseñaron Google y con ello cambiaron radicalmente nuestra relación con la información, han partido de puntos de vista nuevos o inusuales.





Si desatamos nuestra creatividad y estimulamos el pensamiento lateral, los cambios llegarán a nuestra vida como consecuencia natural. Entonces probablemente descubriremos que el tesoro estaba mucho más cerca de lo que imaginábamos.






Del libro:


El mapa del tesoro


Álex Rovira/

   Francesc Miralles



Fotografía tomada de internet


SEIS SOMBREROS PARA PENSAR


Con toda probabilidad, el autor que mejor ha analizado las claves del pensamiento lateral —o intuitivo— es el maltés Edward de Bono. Más que una alternativa al pensamiento lógico o vertical, considera que es un complemento necesario para que podamos alcanzar una mayor profundidad creativa.

Éstas son algunas de las características del pensamiento lateral:

Se basa más en la provocación que en el análisis. En lugar de determinar cómo son las cosas, juega a cómo podrían ser si...

No sigue un itinerario prefijado, sino que bebe de una espontaneidad aparentemente caótica. Un ejemplo de ello sería una sesión de brainstorming, en la que todo el mundo puede dar rienda suelta a su imaginación sin ponerse límites.

Prescinde de valoraciones previas o juicios; es decir, se trata de generar ideas sin prejuicios.

Acepta todos los caminos y rehúye las etiquetas.

No utiliza la información como un fin sino como un medio de generar nuevas ideas de forma libre.

El pensamiento lateral puede parecer fuera del alcance de las personas acostumbradas a racionalizar, pero también es cierto que una dinámica exclusivamente intuitiva tampoco permite llevar las ideas a la práctica.

Para escapar de los modelos rígidos que limitan la creatividad, Edward de Bono desarrolló un método propio llamado «Seis sombreros para pensar». Asumiendo que en la escuela nos transmiten muchos conocimientos pero no nos enseñan a pensar, este autor propone un trabajo de grupo —aunque también puede realizarse individualmente— con seis modalidades distintas de pensamiento.

Como si el color del sombrero determinara nuestra forma de pensar, al ponérnoslo simbólicamente desarrollaremos uno de los seis aspectos. Esto nos permitirá flexibilizar la mente y multiplicar nuestras perspectivas sobre un problema. Imaginemos que nos hallamos en un probador con estos seis sombreros mágicos, cada uno de los cuales nos aporta una visión distinta. Se trata, en esencia, de ampliar nuestro horizonte para ver todas las posibilidades a nuestra disposición.

Para tratar un determinado problema o situación, iremos probando uno tras otro asumiendo durante unos minutos un determinado rol mental:

Sombrero blanco. Nos hace mirar los acontecimientos objetivamente. «Los hechos son los hechos.» Este modo de pensar valora los datos de manera fría y analítica.

Sombrero gris. Es el de la lógica negativa, es decir, el de la crítica, el juicio y la prudencia. Nos incita a ver lo que va mal y prever lo que puede ir mal.

Sombrero verde. El modo de pensar más creativo se enfoca sólo a las ideas nuevas, barajando todas las posibilidades e insights.

Sombrero rojo. Hace prevaler los sentimientos, la dimensión emocional del sujeto y del problema, así como las intuiciones que brotan de nuestra sabiduría interior.

Sombrero amarillo. Es el de la lógica positiva, el pensamiento optimista que nos orienta hacia lo factible y sus posibles beneficios.

Sombrero azul. Hace que nos centremos en el control y gestión del propio pensamiento. Dicho de otro modo, más que en crear ideas nuevas, se interesa en comprender cómo hemos llegado hasta las que tenemos.

Aunque a priori pueda parecer un «juego de roles», este ejercicio nos permite ampliar nuestra paleta de colores a la hora de abordar creativamente una cuestión. Los seis sombreros para pensar son, en este sentido, un gran antídoto contra la rigidez mental y la estrechez de miras.

Los creadores de nuevas realidades, como los que diseñaron Google y con ello cambiaron radicalmente nuestra relación con la información, han partido de puntos de vista nuevos o inusuales.

Si desatamos nuestra creatividad y estimulamos el pensamiento lateral, los cambios llegarán a nuestra vida como consecuencia natural. Entonces probablemente descubriremos que el tesoro estaba mucho más cerca de lo que imaginábamos.

Del libro:
El mapa del tesoro
Álex Rovira/
   Francesc Miralles
Fotografía tomada de internet

SOLEDAD O AISLAMIENTO








SOLEDAD O AISLAMIENTO


sábado, 28 de julio de 2018

TODO LO QUE EXISTE ES DIOS







El gurú y el discípulo estaban departiendo sobre cuestiones místicas. 





El maestro concluyó con la entrevista diciéndole: 





--Todo lo que existe es Dios. 





El discípulo no entendió la verdadera naturaleza de las palabras de su mentor. Salió de la casa y comenzó a caminar por una callejuela. De súbito, vio frente a él un elefante que venía en dirección contraria, ocupando toda la calle. El jovencito que conducía al animal, gritó avisando: 





--¡Eh, oiga, apártese, déjenos pasar! 





Pero el discípulo, inmutable, se dijo: “Yo soy Dios y el elefante es Dios, así que ¿cómo puede tener miedo Dios de sí mismo? Razonando de este modo evitó apartarse. El elefante llegó hasta él, lo agarró con la trompa y lo lanzó al tejado de una casa, rompiéndole varios huesos. Semanas después, repuesto de sus heridas, el discípulo acudió al mentor y se lamentó de lo sucedido. El gurú replicó: 





--De acuerdo, tú eres Dios y el elefante es Dios. Pero Dios, en la forma del muchacho que conducía el elefante, te avisó para que dejaras el paso libre. ¿Por qué no hiciste caso de la advertencia de Dios? 





***





El Maestro dice:

Afila el discernimiento. No tomes la soga por una serpiente, ni la serpiente por una soga.









Tomado del libro:



101 Cuentos clásicos de la India

Recopilación de Ramiro Calle


Fotografía de Internet



TODO LO QUE EXISTE ES DIOS


El gurú y el discípulo estaban departiendo sobre cuestiones místicas. 

El maestro concluyó con la entrevista diciéndole: 

--Todo lo que existe es Dios. 

El discípulo no entendió la verdadera naturaleza de las palabras de su mentor. Salió de la casa y comenzó a caminar por una callejuela. De súbito, vio frente a él un elefante que venía en dirección contraria, ocupando toda la calle. El jovencito que conducía al animal, gritó avisando: 

--¡Eh, oiga, apártese, déjenos pasar! 

Pero el discípulo, inmutable, se dijo: “Yo soy Dios y el elefante es Dios, así que ¿cómo puede tener miedo Dios de sí mismo? Razonando de este modo evitó apartarse. El elefante llegó hasta él, lo agarró con la trompa y lo lanzó al tejado de una casa, rompiéndole varios huesos. Semanas después, repuesto de sus heridas, el discípulo acudió al mentor y se lamentó de lo sucedido. El gurú replicó: 

--De acuerdo, tú eres Dios y el elefante es Dios. Pero Dios, en la forma del muchacho que conducía el elefante, te avisó para que dejaras el paso libre. ¿Por qué no hiciste caso de la advertencia de Dios? 

***

El Maestro dice:
Afila el discernimiento. No tomes la soga por una serpiente, ni la serpiente por una soga.


Tomado del libro:
101 Cuentos clásicos de la India
Recopilación de Ramiro Calle
Fotografía de Internet

OBJETOS PARA ADORAR






OBJETOS PARA ADORAR


viernes, 27 de julio de 2018

NATURALEZA VIVA








Alfredo Mires rescata las tradiciones de Cajamarca. 





Hace años, cuando Alfredo estaba empezando a recoger la memoria de las costumbres y los tiempos, los campesinos le propusieron algunos temas de trabajo: el eclipse, la lluvia, la inundación, la niebla, la helada, el ventarrón, el remolino. 





Alfredo asintió: ¡Ah, sí! —dijo—. Fenómenos naturales. 





Nadie respondió. De callada manera, le estaban diciendo que tal cosa no existe en Cajamarca. 





Con el tiempo, Alfredo aprendió. 





Aprendió que el eclipse ocurre porque el sol y la luna son una pareja que se lleva mal, sol de fuego, luna de agua, y cuando se encuentran, se pelean, y el sol quema a la luna o la luna moja al sol y lo apaga por un rato; y aprendió que la lluvia es hermana de los ríos; que por los ríos corre la sangre de la tierra, y hay inundación cuando la sangre se derrama; que la niebla se mata de la risa burlando a los caminantes; que la helada es tuerta, y por eso quema los cultivos por un solo lado; que el ventarrón se relame comiéndose las semillas sembradas en luna verde y que el remolino da vueltas porque tiene un solo pie.










Tomado de:


Cuentos de Galeano en la Jornada

Eduardo Galeano

Fotografía de internet



NATURALEZA VIVA


Alfredo Mires rescata las tradiciones de Cajamarca. 

Hace años, cuando Alfredo estaba empezando a recoger la memoria de las costumbres y los tiempos, los campesinos le propusieron algunos temas de trabajo: el eclipse, la lluvia, la inundación, la niebla, la helada, el ventarrón, el remolino. 

Alfredo asintió: ¡Ah, sí! —dijo—. Fenómenos naturales. 

Nadie respondió. De callada manera, le estaban diciendo que tal cosa no existe en Cajamarca. 

Con el tiempo, Alfredo aprendió. 

Aprendió que el eclipse ocurre porque el sol y la luna son una pareja que se lleva mal, sol de fuego, luna de agua, y cuando se encuentran, se pelean, y el sol quema a la luna o la luna moja al sol y lo apaga por un rato; y aprendió que la lluvia es hermana de los ríos; que por los ríos corre la sangre de la tierra, y hay inundación cuando la sangre se derrama; que la niebla se mata de la risa burlando a los caminantes; que la helada es tuerta, y por eso quema los cultivos por un solo lado; que el ventarrón se relame comiéndose las semillas sembradas en luna verde y que el remolino da vueltas porque tiene un solo pie.


Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet

ADORAR SIN DUDAR






ADORAR SIN DUDAR


jueves, 26 de julio de 2018

EL PARIA SABIO









Shankaracharya iba caminando tranquilamente por una calle. Frente a él venía un paria con un cesto de carne del matadero. El hombre dio un traspiés y chocó con el sabio Shankaracharya, de la casta brahmín, que acababa de bañarse en las aguas de Ganges. Éste se sintió impuro al contacto con el paria, y gritó:





--¡Cuidado, me has tocado!





--Señor -repuso el paria-, no te precipites en tus juicios. Ni yo te he tocado ni tú me has tocado. ¿Es que acaso tu verdadero ser es este cuerpo que ha tocado y ha sido tocado? Tú sabes que el yo real no es la mente, ni las emociones, ni mucho menos este cuerpo.





Shankaracharya se sintió avergonzado. Aquel paria le había dado una gran lección y el suceso sería uno de los más importantes en su existencia para ayudarle a madurar espiritualmente y despertar a la realidad superior. 





*El Maestro dice:

El Yo real no se implica en el cuerpo, la mente o las emociones.









Tomado del libro:



101 Cuentos clásicos de la India

Recopilación de Ramiro Calle


Fotografía de Internet



EL PARIA SABIO


Shankaracharya iba caminando tranquilamente por una calle. Frente a él venía un paria con un cesto de carne del matadero. El hombre dio un traspiés y chocó con el sabio Shankaracharya, de la casta brahmín, que acababa de bañarse en las aguas de Ganges. Éste se sintió impuro al contacto con el paria, y gritó:

--¡Cuidado, me has tocado!

--Señor -repuso el paria-, no te precipites en tus juicios. Ni yo te he tocado ni tú me has tocado. ¿Es que acaso tu verdadero ser es este cuerpo que ha tocado y ha sido tocado? Tú sabes que el yo real no es la mente, ni las emociones, ni mucho menos este cuerpo.

Shankaracharya se sintió avergonzado. Aquel paria le había dado una gran lección y el suceso sería uno de los más importantes en su existencia para ayudarle a madurar espiritualmente y despertar a la realidad superior. 

*El Maestro dice:
El Yo real no se implica en el cuerpo, la mente o las emociones.


Tomado del libro:
101 Cuentos clásicos de la India
Recopilación de Ramiro Calle
Fotografía de Internet

ENCONTRAR EL SENTIDO A LA REALIDAD






ENCONTRAR EL SENTIDO A LA REALIDAD


miércoles, 25 de julio de 2018

SOBRE LA ALEGRÍA








Primer palabra: el placer.





Segunda palabra: la felicidad.






La tercera es la alegría: la alegría es algo espiritual. Es algo distinto, completamente distinto del placer y de la felicidad. No tiene nada que ver con lo externo, con el otro; es un fenómeno interno. La alegría no depende de las circunstancias; es algo tuyo. No es una excitación producida por las cosas; se trata de un estado de paz, de silencio, un estado meditativo. Es espiritual.





Pero Buda tampoco habla de la alegría, porque existe otra cosa que va más allá de la alegría. Él lo llama «dicha». La dicha es algo absoluto.





No es algo fisiológico, ni psicológico ni espiritual. No sabe de divisiones; es indivisible. Es absoluta en un sentido y trascendente en otro. Buda sólo emplea dos palabras en esta frase. La primera es el placer, que incluye la felicidad. La segunda es la dicha, que incluye la alegría.










Bibliografía: 



Alegría: Osho


Fotografía tomada de internet


SOBRE LA ALEGRÍA


Primer palabra: el placer.

Segunda palabra: la felicidad.

La tercera es la alegría: la alegría es algo espiritual. Es algo distinto, completamente distinto del placer y de la felicidad. No tiene nada que ver con lo externo, con el otro; es un fenómeno interno. La alegría no depende de las circunstancias; es algo tuyo. No es una excitación producida por las cosas; se trata de un estado de paz, de silencio, un estado meditativo. Es espiritual.

Pero Buda tampoco habla de la alegría, porque existe otra cosa que va más allá de la alegría. Él lo llama «dicha». La dicha es algo absoluto.

No es algo fisiológico, ni psicológico ni espiritual. No sabe de divisiones; es indivisible. Es absoluta en un sentido y trascendente en otro. Buda sólo emplea dos palabras en esta frase. La primera es el placer, que incluye la felicidad. La segunda es la dicha, que incluye la alegría.


Bibliografía: 
Alegría: Osho
Fotografía tomada de internet

SENTIDO DE LA VIDA






SENTIDO DE LA VIDA


martes, 24 de julio de 2018

UNA VARIEDAD DE TRAMPAS







En mi país, muchos hombres crecen con la idea de que las mujeres son reses. "Me casé con ella", dicen. "Ella me pertenece". ¿Debemos culpar a estos hombres? Prepárense para una sorpresa: No. Lo mismo que no se puede culpar a muchos estadounidenses por la manera de percibir a los rusos. Sus anteojos o percepciones están teñidos de determinado color, y así perciben; ése es el color a través del cual miran el mundo, ¿Qué se requiere para convertirlos a la realidad, para que se den cuenta de que están mirando el mundo a través de anteojos de colores? no hay salvación hasta que vean su prejuicio básico.





Apenas miramos el mundo a través de una ideología, estamos perdidos. Ninguna realidad se ajusta a una ideología. La vida está más allá de eso. Por eso la gente siempre busca el sentido de la vida. Pero la vida no tiene sentido; no puede tener sentido porque el sentido es una fórmula; el sentido es algo que significa algo para la mente. Cada vez que usted logra verle el sentido a la realidad, tropieza con algo que destruye el sentido que usted vio. El sentido sólo se encuentra cuando va más allá del sentido. La vida sólo tiene sentido cuando se percibe como un misterio y no tiene sentido para la mente que conceptualiza.





No digo que la adoración no sea importante, pero si digo que la duda es infinitamente más importante que la adoración. En todas partes la gente busca objetos para adorar, pero yo no encuentro gente suficientemente despierta en sus actitudes y convicciones. Cuán felices seríamos si los terroristas adoraran menos su ideología y cuestionaran más. Sin embargo, no nos gusta aplicarnos eso a nosotros mismos; creemos que nosotros tenemos la razón y que los terroristas están equivocados. Pero el individuo que es un terrorista para usted, es un mártir para el otro bando.





La soledad es cuando a usted le hace falta la gente, el aislamiento es cuando usted se está divirtiendo. Recuerde ese apunte de George Bernard Shaw. Estaba él en uno de esos horribles cócteles en que nada se dice. Alguien le preguntó que si se estaba divirtiendo (a sí mismo). Él respondió: "Es el único que aquí me divierte". Usted no disfruta de los demás si es esclavo de ellos. La comunidad no se forma con un grupo de esclavos, con gente que exige que otra gente los haga felices. La comunidad se forma con emperadores y princesas. Usted es un emperador, no un mendigo; usted es una princesa, no una mendiga. No hay lugar para las limosnas en una verdadera comunidad. No hay apego, no hay ansiedad, no hay temor, no hay resaca, no hay posesividad, no hay exigencias. Las personas libres forman la comunidad, no los esclavos. Esto es una verdad sencilla, pero ha sido opacada por toda la cultura, incluyendo la cultura religiosa. La cultura religiosa puede ser muy manipuladora si no se tiene cuidado.





Algunas personas ven la consciencia como un lugar alto, como una meseta, que está más allá de la experiencia de vivir cada momento como es. Eso es hacer de la consciencia una meta. Pero con la verdadera consciencia no hay a dónde ir, nada que lograr. ¿Cómo llegamos a esta consciencia? Por medio de la consciencia. Cuando la gente dice que realmente desea experimentar cada momento, realmente está hablando de la consciencia, excepto por ese "deseo". Usted no debe experimentar la consciencia; o la tiene, o no la tiene.





Un amigo mío acaba de irse para Irlanda. Me dijo que aunque es estadounidense tiene derecho a un pasaporte irlandés, y que lo iba a solicitar porque le da miedo viajar al extranjero con un pasaporte estadounidense. Si los terroristas llegan y dicen: "Muestre su pasaporte", él puede decir: "Yo soy irlandés". Pero cuando la gente se siente al lado de él en el avión, no querrá ver los rótulos; querrá gustar y conocer a esa persona como realmente es. ¿Cuánta gente se pasa la vida sin tomar los alimentos sino el menú? Un menú no es más que una indicación de lo que está disponible. Usted quiere comerse el filete, no las palabras.









Extracto del libro:


Despierta (charlas sobre la espiritualidad)




Anthony de Mello


Fotografía tomada de internet