miércoles, 15 de mayo de 2019

TAO TE KING: PRINCIPIO 52








El origen del universo


es la Madre del mundo.





Quien encuentra a la Madre


para conocer a los hijos,


quien, al conocer a los hijos,


retorna a la Madre,


nunca correrá peligro.





Quien cierra la boca


y obstruye sus puertas,


nunca sufrirá penas.





Quien abre la boca


y se empeña en arreglar sus asuntos,


no tendrá remedio.





Ser lúcido es ver lo ínfimo.


Conservar la sabiduría es ser fuerte.





Si uno usa su luz para regresar a la claridad,


no corre ningún peligro.





A esto se le llama el manto de la eternidad.











Extracto del libro:


Lao-Tsé


Tao Te King


Fotografía tomada de internet