lunes, 30 de noviembre de 2020
LOS EXPERTOS
Un hombre a quien se consideraba muerto fue llevado por sus amigos para ser enterrado. Cuando el féretro estaba a punto de ser introducido en la tumba, el hombre revivió inopinadamente y comenzó a golpear la tapa del féretro. Abrieron el féretro y el hombre se incorporó. «¿Qué estáis haciendo»?, dijo a los sorprendidos asistentes. «Estoy vivo. No he muerto».
Sus palabras fueron acogidas con asombrado silencio. Al fin, uno de los deudos acertó a hablar: «Amigo, tanto los médicos como los sacerdotes han certificado que habías muerto. Y ¿cómo van a haberse equivocado los expertos?». Así pues, volvieron a atornillar la tapa del féretro y lo enterraron debidamente.
Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet
domingo, 29 de noviembre de 2020
EL PRISIONERO
Había un sufí que acompañaba a un ejército en guerra. Cuando llegó el momento del combate, los jinetes partieron como flechas, pero el sufí permaneció en su tienda. Pues las almas densas permanecen en tierra mientras que las almas ardientes se elevan hasta el cielo.
Los soldados volvieron victoriosos, en posesión de un inmenso botín. En el momento del reparto, quisieron que participara el sufí, pero él se negó alegando su tristeza por no haber asistido al combate. Como nada lograba calmar su pesar, los soldados le dijeron:
«Hemos traído una gran cantidad de prisioneros. ¡No tienes más que matar a uno de ellos y, de este modo, habrás participado en el combate!».
Esta solución devolvió la alegría al sufí y, apoderándose de uno de los prisioneros, lo condujo detrás de su tienda, para haber suprimido al menos a un enemigo.
Transcurrió un largo rato y los soldados acabaron por preguntarse la razón de este insólito retraso. Uno de ellos, por curiosidad, fue a buscar noticias. Pues bien, detrás de la tienda, descubrió al prisionero con las manos atadas. Había mordido al sufí en el cuello y éste, con la cara ensangrentada, yacía en tierra vencido.
Lo mismo sucede contigo. Ante tu ego, que tiene, sin embargo, las manos atadas, te desvaneces como el sufí. Sientes vértigo desde lo alto de una pequeña colina, pero miles de montañas te esperan.
Los soldados mataron inmediatamente al prisionero y lavaron el rostro del sufí con agua de rosas para calmar su dolor. Cuando recobró el conocimiento, le preguntaron:
«¿Es posible ser tan débil? ¿Cómo has podido dejarte vencer por un hombre que tenía las manos atadas?».
El sufí respondió:
«En el momento en que me disponía a cortarle la cabeza, me lanzó una extraña mirada y perdí el conocimiento. De su mirada surgió un ejército para atacarme. ¡Eso es lo único que recuerdo!».
Los soldados replicaron:
«Es inútil participar en la guerra cuando se tiene semejante valor. ¡Un prisionero maniatado ha podido más que tu paciencia! ¡El ruido de una espada que corta una cabeza no es el ruido de una paleta para lavar la ropa! Tú no estás familiarizado con el combate de los hombres. ¿Cómo podrías pretender nadar en un océano de sangre? Muchas cabezas sin cuerpo ruedan por tierra, porque no se trata de una invitación a sentarse a la mesa. No te remangues como si se tratase de tomar una escudilla de sopa. ¡Esto es un asunto de hombres y no de timoratos!».
¿Cómo podría la razón que se asusta de un ratón desenvainar la espada ante el enemigo? Un combate semejante no está hecho para los que van buscando refugio de ilusión en ilusión.
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
sábado, 28 de noviembre de 2020
LA NATURALEZA DE LA COMPASIÓN
Al ir más allá de los opuestos de la mente, usted se vuelve como un lago profundo. La situación externa de su vida y lo que pase en ella, es la superficie del lago. A veces calmada, a veces ventosa y tempestuosa, de acuerdo con los ciclos y las estaciones. En el fondo, sin embargo, el lago está siempre en calma. Usted es todo el lago, no sólo la superficie, y está en contacto con su propia profundidad, que permanece absolutamente calmada.
Usted no se resiste al cambio aferrándose mentalmente a ninguna situación. Su paz interior no depende de ello. Usted habita en el Ser -inmutable, intemporal, inmortal- y ya no es dependiente para la realización o la felicidad de ese mundo exterior que se compone de formas constantemente fluctuantes. Usted puede gozar de ellas, jugar con ellas, crear nuevas formas, apreciar la belleza de todo ello. Pero no habrá necesidad de apegarse a ninguna.
Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet
viernes, 27 de noviembre de 2020
LA LLAMA ENCIENDIDA
El amor sólo es posible cuando tu llama está encendida. En otro caso eres un continente oscuro; ¿cómo vas a dar luz a otros? El amor es luz, el odio oscuridad. ¿Estás en la oscuridad por dentro e intentas dar luz a otros? Únicamente lograrás darles más oscuridad, y ellos ya están a oscuras. Multiplicarás su oscuridad, los harás más infelices. No lo intentes, porque es imposible, no concuerda con la naturaleza de las cosas. No puede ocurrir. Puedes tener esperanza, pero todas tus esperanzas son vanas. Llénate de alegría en primer lugar.
Vive en la alegría, en el amor; aun entre quienes odian. Y no se trata de lo que te hagan los demás. Entonces puedes amar incluso a quienes te odian. Entonces se puede vivir en el amor y la alegría incluso entre los enemigos. No se trata de amar sólo a quienes te aman. Eso es vulgar, como un negocio, como un trato. El verdadero amor consiste en amar a quienes te odian. Ahora mismo ni siquiera puedes amar a quienes te aman, porque no conoces la alegría. Pero cuando conozcas la alegría, se producirá el milagro, la magia. Entonces serás capaz de amar a quienes te odian. En realidad, ya no se tratará de amar o no amar a alguien, porque tú te conviertes en amor; no te queda nada más.
Según creo, en el Corán se dice lo siguiente: «Odia al diablo». Rabiya, una gran mística sufí, tachó esas palabras de su Corán. Hasán, otro célebre místico, estaba en casa de Rabiya y la vio hacerlo. Le preguntó:
—¿Qué haces? No se puede corregir el Corán. Es una blasfemia. No puedes eliminar ninguna frase del Corán; es perfecto. No existe ninguna posibilidad de mejorarlo. ¿Por qué lo haces?
Rabiya le dijo:
—Hasán, tengo que hacerlo. No se trata del Corán, sino de algo completamente distinto. Desde que conozco a Dios no puedo odiar. No se trata del diablo, sino simplemente de que no puedo odiar. Incluso si el diablo se me pone delante lo amaré, porque ahora sólo sé amar; soy incapaz de odiar. Eso ha desaparecido. Si alguien está lleno de luz sólo puede darte luz, y no importa que seas amigo o enemigo.
»¿De dónde puedo sacar oscuridad para arrojársela al diablo? Ya no existe; yo soy luz. Mi luz caerá sobre el diablo, igual que sobre Dios. Para mí ya no hay Dios ni diablo, ni siquiera puedo distinguirlos. Todo mí ser se ha transformado en amor. No ha quedado nada.
»No estoy corrigiendo el Corán… ¿Quién soy yo para corregirlo? Pero esta frase ya no tiene sentido para mí. Y este ejemplar es mío; no estoy corrigiendo el Corán de otro. Tengo derecho a adaptar mi ejemplar. Esta frase me hace daño cada vez que la leo. No le encuentro sentido, y por eso la tacho.
Quien está lleno de alegría y amor no puede evitarlo. Ama a los amigos, a los enemigos. No se trata de una decisión; amar es como respirar. ¿Dejarías de respirar si fuera a verte un enemigo? Dirías: «¿Cómo puedo respirar ante mi enemigo?». Dirías: «¿Cómo voy a respirar si mi enemigo también está respirando y el aire que ha pasado por sus pulmones puede entrar en los míos? No puedo respirar». Te asfixiarías y morirías. Sería un suicidio, y completamente absurdo.
Llega un momento en el que amar es como respirar, la respiración de tu alma, y sigues amando.
A esta luz se comprenden las palabras de Jesucristo: «Ama a tus enemigos como a ti mismo». Si le preguntamos a Buda, responderá: «No hace falta hacer semejante cosa, porque no puedes hacer otra». Tienes que amar. En realidad, eres amor, de modo que estés donde estés, en las flores, en las espinas, en la noche oscura, a plena luz del día, en el sufrimiento rodeándote como un mar o en medio del éxito… da igual. Sigues siendo amor; todo lo demás carece de importancia. Tu amor se convierte en parte de lo eterno, continúa. Puedes aceptarlo o no, pero no puedes odiar; tienes que ser tu verdadera naturaleza.
Bibliografía:
Alegría: Osho
Fotografía tomada de internet
jueves, 26 de noviembre de 2020
19.APRENDER Y DESAPRENDER.
Se nos enseñan maneras de aprender toda clase de cosas en la familia, en la escuela, en la fábrica, en el campo, en la ciudad… En general se trata de un aprendizaje automático, sin darnos cuenta, mecánico, por inhibición ambiental, porque está ahí, lo piensa, lo siente, lo hace todo el mundo…
En algunos medios lo automático se amplía recomendando atención. El que enseña, te dice: mira, fíjate bien, atiende… Más especializadamente se enseña a aprender con reglas de repetición, comprendiendo lo que lees… y se llama estudiar, memorizar y repetir, fijar y rememorizar escribiendo o hablando de ello y examinando, poniendo notas, compitiendo, seleccionando.
Poco a poco aprendemos a combinar todo esto y lo llamamos pensar, relacionar pensamientos, deseos, proyectos, ilusiones, técnicas…
También empezamos a identificarnos con este proceso creyendo que es nuestro porque obedece a nuestras intenciones hasta que algunos caemos en la cuenta de que además obedecemos al proceso, pensamos como aprendimos, sentimos como aprendimos… y esto ya es más inquietante porque funciona como un programa de ordenador y te encuentras pensando aunque no quieras pensar y el proceso te domina.
Razonar, valorar, argumentar, especular, ordenar, comparar, valorar… son características del pensamiento conceptual que pareciera ser libre pero resultan movimientos acorralados, combinaciones imaginarias dentro de unos límites, incluso fantasías (los árboles y los animales hablan, la gente se transforma en monstruos con superpoderes…) y algunas personas reflexionan, repiensan, se preguntan: ¿quién soy yo en realidad que no sea los pensamientos aprendidos y combinados? ¿Yo tengo pensamientos como tengo manos y pies o los pensamientos me tienen a mí?
Se intenta aprender a desaprender, a sustituir, a repensar, a superar, a progresar, a olvidar lo inútil, lo propio de otras edades y circunstancias, los pesos muertos, lo sobrante…
Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet
miércoles, 25 de noviembre de 2020
REVOLUCIÓN
En el monasterio había una serie de reglas, pero el Maestro no dejaba de prevenir contra la tiranía de la ley. La obediencia observa las reglas, solía decir el Maestro, pero el amor sabe muy bien cuando debe romperlas.
Anthony de Mello
Fotografía tomada del internet
martes, 24 de noviembre de 2020
EL VERDARERO AMOR ES INCONDICIONAL (MITO 2 SOBRE EL AMOR)
Lo que equivale a decir: hagas lo que hagas, te amaré igual. Sin condiciones, en las buenas y en las malas, bajo cualquier circunstancia, en la infidelidad, en los golpes, en la explotación, en el desamor, en el rechazo, en la burla, en la indiferencia, en la profundidad de los infiernos. No importa qué hagas, yo estaré allí, con mi amor siempre fresco, activo, dispuesto... ¿A quién se le ocurrió semejante disparate? ¿Es que en el amor de pareja no intervienen los derechos humanos? Si decides amar pese a todo y haga lo que haga el otro, la entrega será celestial e irrevocable. Amor reverencial, imposible de cuestionar. ¿Quién puede vivir con semejante compromiso? Juremos menos y construyamos más.
Aceptar todo de antemano implica negar la propia conciencia, reprimir el derecho a la protesta y perder de vista los límites que no debemos traspasar ¿Amor incuestionable, amor sometido, amor sin principios? El amor de pareja debe estar condicionado a los mínimos éticos, como cualquier otra relación interpersonal, porque de no ser así, le otorgaríamos al amor la propiedad de transgredir las leyes humanas y universales.
Una de mis pacientes, víctima de un marido abusivo y drogadicto, había decidido separarse pese al amor que sentía por él. Estaba a punto de llevar a cabo su cometido, cuando el hombre, bajo los efectos del alcohol, tuvo un accidente que lo incapacitó varios meses. Ella puso la separación entre paréntesis mientras duró la recuperación.
¿Qué la llevó a no dejarlo en las malas? Una mezcla de amor, compasión y sentido ético. Incluso hoy, que ya está casada con otro hombre, de vez en cuando le tiende la mano a su ex. Se puede amar en el adiós. No ser incondicional o ser condicional no significa hacer una apología al egoísmo y la indiferencia, sino definir límites. Mi paciente fue considerada, no decidió vengarse ni acumuló odio, simplemente tenía convicción profunda de que no merecía el trato que ella daba. La frase es mágica: "Te amo, pero no puedo vivir contigo". Como ya dije, el amor no garantiza una buena convivencia per se. Cuando adquirió tal convicción, se volvió fuerte: ya podía prescindir de él, así fuera con dolor. ¿Amor pensado? Sin duda. La idea de que el amor debe ser absoluto e ilimitado es irracional, porque un pacto de incondicionalidad rompe las leyes de las probabilidades y el azar, ya que pretende establecer una certeza imposible.
¿Y el amor universal? No está diseñado para una relación de dos, es para todos y, por tanto, no espera nada a cambio. O dicho de una manera más benevolente: no es lo mismo amar a los niños pobres de África que convivir con ellos. La convivencia con la persona que amas requiere de unas variables distintas y a veces en contravía con el amor universal, porque el ego está mucho más involucrado y el deseo también.
Extracto del libro:
Los límites del amor
Walter Riso
Fotografías tomadas de Internet
lunes, 23 de noviembre de 2020
CÁLCULO
El Maestro solía reírse abiertamente de aquellos de sus discípulos que deliberaban interminablemente antes de decidirse a hacer algo. Él lo expresaba del siguiente modo: Las personas que deliberan exhaustivamente antes de dar un paso se pasan la vida sobre una sola pierna.
Anthony de Mello
Fotografía tomada del internet
domingo, 22 de noviembre de 2020
sábado, 21 de noviembre de 2020
LOS PROFESIONALES
Mi vida religiosa ha estado enteramente en manos de profesionales. Si yo quiero aprender a orar, acudo a un director espiritual; si deseo descubrir la voluntad de Dios con respecto a mí, acudo a un retiro dirigido por un experto; para entender la Biblia recurro a un escriturista; para saber si he pecado o no, me dirijo a un moralista; y para que se me perdonen los pecados tengo que echar mano de un sacerdote.
El rey de unas islas del Pacífico Sur daba un banquete en honor de un distinguido huésped occidental.
Cuando llegó el momento de pronunciar los elogios del huésped, Su Majestad siguió sentado en el suelo mientras un orador profesional, especialmente designado al efecto, se excedía en sus adulaciones.
Tras el elocuente panegírico, el huésped se levantó para decir unas palabras de agradecimiento al rey. Pero Su Majestad le retuvo suavemente: «No se levante, por favor», le dijo. «Ya he encargado a un orador que hable por usted. En nuestra isla pensamos que el hablar en público no debe estar en manos de aficionados».
Yo me pregunto: ¿no preferiría Dios que yo fuera más 'aficionado' en mi relación con El?
Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet
viernes, 20 de noviembre de 2020
PERCIBIR DESDE ADENTRO
Con frecuencia buscamos respuestas en nuestra mente. Así que cuando deseamos conocernos mejor a nosotros mismos, muchas veces buscamos eso también en nuestra mente. Pero la mente está llena de pensamientos acerca de lo que queremos saber, pero nunca está allí lo que queremos saber en sí. Nunca encontrará una manzana o un amante, un atardecer u otras cosas en su mente, solo pensamientos acerca de estas cosas. Y nunca se encontrara su verdadero propio Ser en la mente, solo muchos pensamientos acerca del verdadero Ser. De eso está hecha la mente y por tanto eso encontrara allí, únicamente pensamientos.
¿Qué tal entonces, si percibe en su corazón? No sugiero que piense acerca de lo que podría encontrar en su corazón. ¿Qué tal si percibe de veras ese espacio dentro de su pecho? ¿Qué hay ahí ahora, en ese espacio?
Podría ser útil descansar su mano sobre su pecho y luego simplemente percibir lo que realmente está presente bajo sus manos. No hay necesidad de pensarlo mucho, solo sienta lo que hay.
Ante nada, que misterioso que haya un cuerpo con un corazón. Y más misterioso aún es la simple existencia de espacio bajo la mano que descansa sobre su corazón. ¿Cómo se llama a este simple misterio? ¿Por qué hay un “aquí” que sostiene su cuerpo y todo lo demás que está presente?
¿Cómo es ese espacio bajo sus manos? Si, por un momento, no piensa en qué hay aquí y solo percibe el espacio actual bajo su mano, ¿qué encuentra?
E incluso si ahora mismo siente poco o nada en ese espacio de su corazón ¿cómo es esa “nada”? ¿Cuáles son las cualidades del espacio en sí? ¿Es liviano o pesado, brillante u oscuro, claro o nublado? Y si hay sensaciones especificas presentes en el espacio de su Corazón, ¿cómo son las mismas? ¿Qué significa el hecho de que haya sensaciones ahí en su interior? ¿Cómo es posible percibirlas? ¿Qué las percibe?
Estas interrogantes no buscan hacerle pensar acerca del misterio de su cuerpo, y el espacio en el cual se haya su cuerpo, ni en la consciencia que percibe el cuerpo y el espacio. Estas preguntas simplemente son una invitación a experimentar todo, justo como es ahora. Sus pensamientos nunca satisfarán su curiosidad acerca de su verdadera naturaleza, pero estas sensaciones directas pueden mostrarnos más de lo que jamás imaginamos sobre ella.
Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet
jueves, 19 de noviembre de 2020
EL INSTANTE SECRETO
Un comerciante muy rico tenía una hija de mejillas brillantes como Venus. Su rostro era hermoso como la luna y daba buena suerte. Cuando alcanzó la edad de la madurez, su padre la confió a un marido. Pero este marido apenas era digno de ella. Sin embargo, si las sandías maduras no se cogen, se pudren. Así, por temor a los sobornadores, el padre se vio obligado a cometer este error. Dijo, sin embargo, a su hija:
«Pon mucha atención para no quedarte embarazada. Sólo por necesidad te caso con este pobre hombre. Es un solitario y no hay que esperar mucha constancia por su parte. Si te abandona cualquier día, la carga de un hijo sería demasiado pesada para ti.
—¡Oh, padre! dijo la bella, ¡tu consejo es bien intencionado y lleno de razón y obraré siguiendo tu parecer!».
Cada tres días, el comerciante reiteraba sus consejos a su hija para protegerla del peligro de la procreación. Pero ella era joven y su marido también, tanto que no tardó en quedar embarazada. Ocultó a su padre la noticia durante cinco meses, hasta el momento en que la cosa se hizo evidente en exceso.
«¿No te había dicho yo que tuvieras cuidado? exclamó el comerciante. ¿Se han desvanecido mis consejos como humo? ¿Alguna vez han influido en ti?
—¡Oh, padre! respondió la hija, ¿cómo habría podido protegerme? La mujer y el hombre son como del fuego y el algodón. ¿Cómo podría el algodón protegerse del fuego y evitar inflamarse?».
El comerciante replicó:
«No te aconsejé que no te acercaras a tu marido, sino sólo que te protegieras de su semen. ¡No tenías más que alejarte de él en el momento fatal!
—Pero ¿cómo hubiera yo podido reconocer un instante tan secreto?
—Es evidente, sin embargo. ¡Es el momento preciso en que los ojos del hombre se ponen en blanco!
—¡Querido padre! exclamó la hija, ¡cuando los ojos de mi marido se ponen en blanco, los míos se quedan ciegos!».
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
miércoles, 18 de noviembre de 2020
LA MUJER DEL CIEGO
Había un hombre que tenía una hija muy fea y se la dio en matrimonio a un ciego, porque ningún otro la habría querido. Cuando un médico se ofreció a devolver la vista al marido ciego, el padre de la muchacha se opuso con todas sus fuerzas, pues temía que el hombre se divorciara de su hija.
Afirma Sa'di acerca de esta historia: «El marido de una mujer fea es mejor que siga ciego».
Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet
martes, 17 de noviembre de 2020
2. HALLAR UN DIAMANTE EN EL BARRO DEL CAMINO
Gudo era el maestro del emperador de su época. Sin embargo, acostumbraba a viajar solo como un mendigo errante. En una ocasión, yendo de camino hacia Edo, corazón cultural y político del shogunado, se acercó a la pequeña aldea de Takenaka. Había anochecido y llovía copiosamente. Gudo estaba completamente empapado. Sus sandalias de paja estaban deshechas. En una granja cercana a la aldea, vio cuatro o cinco pares de sandalias en una ventana y decidió comprar unas.
La mujer que le ofreció las sandalias, viendo cuán empapado estaba, le invitó a pasar la noche en su casa. Gudo aceptó, dándole las gracias.
Entró y recitó un sutra ante el oratorio familiar. Hecho esto, la mujer le presentó a su madre y a sus hijos. Al darse cuenta de que toda la familia estaba afligida, Gudo preguntó qué ocurría.
«Mi marido es un jugador y un borracho», contestó la mujer.
«Cuando tiene suerte y gana, empieza a beber y se vuelve agresivo.
Cuando pierde, pide dinero prestado a los demás. Algunas veces, cuando está completamente borracho, ni siquiera vuelve a casa. ¿Qué puedo hacer?».
«Yo le ayudaré», dijo Gudo. «Toma este dinero. Consígueme un galón de vino y algo apetitoso para comer. Después retírate. Yo me quedaré meditando frente al altar».
Cuando el hombre de la casa regresó borracho, alrededor de la medianoche gritó: «Eh, esposa, estoy en casa. ¿Tienes algo de comer para mí?».
«Yo tengo algo para ti», dijo Gudo. «La lluvia me sorprendió y tu mujer me invitó amablemente a pasar aquí la noche. A cambio, he comprado algo de vino y pescado, de modo que puedes comer».
El hombre se mostró encantado. Inmediatamente, bebió el vino y se tumbó en el suelo. Gudo se sentó a su lado en postura de meditación.
Por la mañana, cuando el marido despertó, había olvidado lo sucedido la noche anterior. «¿Quién eres? ¿De dónde vienes?», preguntó a Gudo, que continuaba meditando.
«Soy Gudo, de Kioto, y voy camino de Edo», respondió el maestro zen.
El hombre se sintió completamente avergonzado, y se deshizo en disculpas al maestro de su emperador.
Gudo sonrió. «Todo en este mundo es perecedero», explicó. «La vida es muy breve. Si sigues jugando y bebiendo, no tendrás tiempo de hacer nada más, y además causarás sufrimiento a tu familia».
La percepción del hombre despertó como si saliera de un sueño.
«Tienes razón», declaró. «¿Cómo podré pagarte por esta maravillosa enseñanza? Permíteme que te acompañe y lleve tus cosas durante un trecho».
«Si así lo deseas», asintió Gudo.
Ambos partieron. Tras haber recorrido tres millas, Gudo le dijo que regresara. «Sólo cinco millas más», suplicó a Gudo y continuaron.
«Puedes volver ahora», sugirió Gudo.
«Después de otras diez millas», replicó el hombre.
«Vuelve ahora», dijo Gudo cuando hubieron pasado las diez millas.
«Voy a seguirte durante el resto de mi vida», declaró el hombre.
Los profesores de zen en el Japón actual proceden del linaje de un famoso maestro que fue el sucesor de Gudo. Su nombre era Mu-nan, El Hombre que nunca volvió.
Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet
lunes, 16 de noviembre de 2020
RETIRADA
¿Cómo puedo ayudar al mundo? Comprendiéndolo, replicó el Maestro. ¿Y cómo puedo comprenderlo? Apartándote de él. Pero, entonces, ¿cómo voy a servir a la humanidad?
Comprendiéndote a ti mismo.
Anthony de Mello
Fotografía tomada del internet
domingo, 15 de noviembre de 2020
PENSAMIENTO IDEALIZADO: "SI HAY AMOR, NO NECESITS NADA MÁS"
(Inicia capitulo 3)
La cultura de la entrega total y la abnegación sin límites se sustenta en varias concepciones erróneas o mitos sobre el amor. Rendirle culto al amor es entregarse sin pena ni gloria a sus avatares y poner la palanca de control afuera.
Doble capitulación: ante el sentimiento amoroso y ante la persona amada. "Me entrego a ti porque te amo", como si fuéramos un paquete transportado con la rapidez y eficiencia ya conocida de FedEx. Doble entrega, doble cerrojo.
Los pensamientos idealizados sobre el amor producen al menos tres efectos negativos en la manera de procesar la experiencia afectiva: justifican lo inaceptable o lo peligroso, hacen que nos quedemos anclados en relaciones dañinas bajo los auspicios de una esperanza inútil y crean un choque con la realidad debido a la discrepancia que se genera entre el amor ideal y el amor real.
La mitología del amor romántico se fundamenta en lo que podríamos llamar una filosofía "omni", la cual considera que el amor en general y el amor de pareja en particular son: omnipresentes (ocupan todo el ser), omnipotentes (todo lo pueden) y omnisapientes (fuentes de sabiduría infinita). En resumidas cuentas, si estás enamorado, estás hecho: pleno, poderoso y sabio.
A continuación, analizaré en detalle tres mitos sobre el amor y las consecuencias negativas que genera cada uno "de ellos en la manera de sentir y pensar el amor: "Si hay amor, no necesitas nada más", "El verdadero amor es incondicional" y "El amor es eterno".
"Si hay amor, no necesitas nada más"
Esta creencia considera que el amor romántico (el sentimiento amoroso) basta para que una relación funcione adecuadamente. De ahí el desconcierto de la mayoría de las personas que asiste a terapia por problemas de pareja: "¿Por qué peleamos, si nos amamos?", como si el amor sentimental generara una especie de inmunidad contra las controversias y además hiciera desaparecer los conflictos por obra y gracia del afecto santo. Si tu relación dependiera exclusivamente de la emoción pasional, quedaría sometida a los vaivenes naturales que ofrece cualquier tipo de emoción. ¿Acaso no hay días en que literalmente no soportas a tu pareja y otras en que pareces flotar en una nube ante su presencia? Reducir el amor al enamoramiento es un error. El amor también se piensa y por eso tienes la opción de construir y de reinventar la convivencia con tu pareja. Para resolver los problemas de cualquier relación necesitamos, además del afecto, otras habilidades cognitivas y comportamentales, como, por ejemplo, estrategias de resolución de conflictos, paciencia, gestión pacífica, aprender a ajustar las diferencias individuales, establecer alianzas y acuerdos amorosos y competencias por el estilo.
Estar enamorado es una experiencia increíble, pero no basta por sí misma para armonizar totalmente dos egos y lograr la conjunción de valores, intereses y deseos requeridos para vivir bien en pareja.
Tal como lo expliqué en el libro Ama y no sufras; cuando amamos de manera inteligente y completa, no solamente actuamos bajo la dirección de Eros, también necesitamos ser amigos de la persona amada y preocuparnos por su bienestar: el amor se siente, se piensa y se actúa. El amor pensado es amistad. En ella, la voluntad interviene directamente. Tú no dices me amisté, cuando haces un amigo o amiga, porque entras a la amistad por la puerta de la elección voluntaria, tienes la posibilidad de escoger a tus amigos. Así debería hacerse, o al menos intentarse, en la relación de pareja. Incluso al comienzo de una relación podemos construir un espacio cognitivo para analizar al candidato o candidata. Recuerdo el caso de Juliana, una jovencita de diecisiete años, que un día llegó a su cita semanal con una buena nueva: "¡Voy a salir el próximo sábado con el hombre de mis sueños! ¡Se parece a Leonardo DiCaprio! ¡Es divino!" Le deseé mucha suerte y le sugerí que tuviera cuidado, ya que parte de su problema era una marcada tendencia a crear apegos. Llegó semitransportada a la siguiente sesión:
Terapeuta: Por tu sonrisa y la manera de mirar me parece que te fue bien en la cita con DiCaprio.
Juliana: ¡Me encantó! ¡Todas mis amigas me miraban! (risa)¡ Se morían de la envidia!
Terapeuta: Bueno, en principio me alegro, pero entenderás que debo hacer el papel de ave de mal agüero... No quiero que vuelvas a caer en malas relaciones, ¿de acuerdo?
Juliana: Sí, sí... Pero todo estuvo bien.
Terapeuta: Convénceme... ¿Nada te molestó?
Juliana: (pensando) No sé qué decir... Algo que no me haya gustado... Bueno, sí, pero no vale la pena... A la hora de pagar, contabilizó todo lo que yo había consumido e hizo dos cuentas, yo pague lo Mío y él lo suyo.
Terapeuta: ¿Tiene problemas económicos?
Juliana: No, no creo.
Terapeuta: Recuerdo que en una ocasión me dijiste que no te gustan los hombres tacaños... ¿Es tacaño?
Juliana: Sí, parece... Reconozco que eso no me gustó, pero no tengo que ser machista, ¿o no?
Terapeuta: No se trata de ser machista, sino de tus preferencias. ¿Qué fue lo que pagaste? .
Juliana: Dos cigarrillos y una ginebra.
Terapeuta: Bien. Haz el esfuerzo y piensa si hubo alguna otra cosa que te disgustó de su comportamiento.
Juliana: Es tan bello! Terapeuta: Recuerda que ahora es cuando Eros te da un breve compás de espera para razonar. Cuando ya estés flechada, lo cual me parece que será muy pronto, será muy difícil que puedas salirte, si hubiera que hacerlo. Recuerda lo que ocurrió con tu exnovio. . . Pensaste que ibas a redimir de todos los males y ya ves. Bajó los efectos de la ilusión amorosa todo parece fácil, pero más adelante, cuando el enamoramiento merme, lo maravilloso puede convertirse en pesadilla. No quiero que vuelvas a sufrir, todavía estás frágil.
Juliana: Yo sé, yo sé... Hubo algo más: es mironcito.
Terapeuta: ¿Y eso qué quiere decir? Juliana: Le gusta mirar a las otras chicas cuando está con una.
Terapeuta: ¿Te importó? Juliana: Sí, me molestó bastante...
Terapeuta: ¿Qué consejo me darías si yo te contara algo similar? Juliana: Que ojo con esa mujer.
Terapeuta: ¿Qué vas a hacer entonces?
Juliana: Volver a salir con él. ¡Me encanta!
Terapeuta: Yo sé que te encanta, pero te repito: no puedes olvidar que eres muy vulnerable al amor, te enamoras con una facilidad increíble y con este hombre podrías estar corriendo un riesgo alto. No te gustan los hombres tacaños ni coquetos, sobre todo esto último. Al menos una de tus quejas en la última relación.
Juliana: Sí, es cierto, voy a tratar de ir más despacio...
Terapeuta: Te propongo algo: si vuelve a ser tacaño o coqueto, dile lo que sientes. ¡Sé asertiva! Toca el tema, no lo dejes actuar de esa manera como si fueras una mujer sumisa, porque ya no lo eres. Si fueras capaz de estar con él sin enamorarte, me parecería fantástico, pero, ¿eres capaz?
Juliana: Creo que no; el tipo es espectacular. Me parece imposible salir con él sin enamorarme otra vez...
Terapeuta: Simplemente pregúntate si te conviene seguir en el juego. Trata de poner en una balanza el principio del placer y el de la realidad, balance costo/beneficio, como en las dietas. Llevamos seis meses tratando de sanar las heridas que te dejó tu ex. Piénsalo...
Juliana: Hagamos una cosa. Mañana me invitó a salir de nuevo. Sí quiere, vuelvo pasado mañana y hablamos. Le prometo que voy a tener presente lo que me dijo: ni tacañería ni coquetería.
Dos días después volvió a la consulta. Su estado de ánimo se veía menos exaltado. Se sentó con desparpajo y me dijo: "Volvió a hacer lo mismo y lo confronté... Le pregunté si siempre era tan meticuloso con el dinero, a lo cual me contestó que las grandes fortunas se hacen cuidando el centavo. Eso me impactó, porque mi abuelo dice lo mismo. Y cuando le pedí que se concentrara en la conversación conmigo y dejara de mirar a cada chica que pasaba, me respondió: 'Te voy a dar un consejo, no te enamores de mí porque las que lo han hecho han sufrido bastante'. ¡Cretino, estúpido! ¡Se me desinfló en un instante! Me queda el consuelo de que yo lo eché primero".
Una buena estrategia defensiva es pensar antes de que Eros nos atraviese de lado a lado. Luego de la entrevista con Juliana, quedé con la confortable sensación de haberla salvado de un trauma más. Algunos hombres están a la caza de jóvenes enamoradizas, agazapados en la buena apariencia física y el buen verbo.
Si privilegiamos siempre el sentimiento sobre la razón, estaremos predispuestos a pasar fácilmente de la ilusión a la desilusión. Viene a mi memoria el caso de Claudia, una mujer que un buen día tomo conciencia de cómo la había afectado el amor romántico: "Es increíble, antes todo era hermoso... Estoy asombrada de cómo cambió mi perspectiva ahora que desperté del letargo. Su masculinidad, que tanto me encantaba, ahora me parece puro machismo. Me gustaba que fuera trabajador, pero hoy considero que es ambicioso. Me fascinaba que fuera seguro de sí mismo, pero al cabo de tres años la supuesta seguridad se transformó en testarudez. Y la sinceridad, el valor por excelencia que le había visto al comienzo, se convirtió en agresión y desconsideración. Usted tiene razón, el amor romántico es un arma de doble filo. Ya no sé si lo amo, pero lo importante es que no puedo ni quiero vivir con él". ¿Evolución o involución afectiva la de Claudia?
Más lo primero, sin duda. La mente se despeja y "vemos lo que es" o lo que siempre fue: lucidez que aparece cuando" el sentimiento le deja espacio a la razón. Repito: si tu vida de pareja dependiera exclusivamente del sentimiento, sería tan inestable y fluctuante como el clima.
Ante una relación pésima tienes dos posibilidades:
Pensamiento realista (así duela): "Nos queremos mucho, pero no podemos vivir juntos".
Pensamiento irracional (así produzca alivio):"Somos totalmente distintos, el agua y el aceite, pero si hay amor, vale la pena intentarlo".
Malas noticias: el amor interpersonal no puede juntar el agua y el aceite, ni multiplicar panes y peces.
Cuando hablo de racionalidad afectiva, sobre todo en las malas relaciones, no me refiero a que debamos "saber" por qué amamos a alguien, sino "por qué" no deberíamos amarlo, que es, sin duda, más importante y esclarecedor.
Extracto del libro:
Los límites del amor
Walter Riso
Fotografías tomadas de Internet
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